Incendios Forestales: una amenaza constante

Griselda Benítez y Miguel Equihua

La historia de la humanidad está ligada al fuego desde que el hombre lo descubrió hace 790,000 años. Los incendios han ocurrido desde la aparición de las plantas terrestres hace millones de años, y han formado parte de la evolución del hombre. Hay vegetación adaptada al fuego por su larga asociación con los incendios. Si bien los incendios ocurren de manera natural en muchas comunidades, también los hay provocados por el hombre (en el Cuadro 1 se detallan las causas principales del fuego).

En los bosques templados los incendios prescritos con fines agropecuarios son frecuentes en la época seca del año, los pastos se queman con el fin de obtener renuevos para el ganado, identificados como incendios superficiales, no son necesarias acciones para apagarlos. Otros son los incendios sub­terráneos que se dispersan bajo el suelo, son devastadores y difíciles de controlar, así como los de las copas. Según sea la magnitud e intensidad de los incendios ameritan o no la intervención humana. Para que se inicie un incendio debe coincidir la presencia de calor, de combustible como los pastos amacollados y oxígeno, la atmósfera contiene el 20 % (Figura 1).

 

Incendio de Las Vigas de Ramírez, Veracruz

El incendio de acuerdo con la gerencia estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) afectó a 500 hectáreas de bosque. Se evacuaron a 2 mil personas (11 de marzo del 2018), apagado tres días después. Hubo varias suposiciones sobre la causa que provocó el incendio en La Reserva San Juan del Monte (área protegida) y el ejido Toxtlacoaya, en el municipio de Las Vigas de Ramírez, que prácticamente destruyeron el bosque. Se le atribuyó primero a una fogata mal apagada, pero también a una quema agrícola no controlada, las condiciones cálidas del momento fueron propicias para que con una fogata o quema no controlada se expandiera.

La semana previa al incendio hubo una densa neblina en el área (7 de marzo), el pronóstico señaló temperaturas muy altas para ese fin de semana. Los datos del clima para Xalapa y áreas adyacentes mostraron temperaturas inauditas, el 22 de enero se registró la temperatura récord más baja, 2.0 °C, comparada con los 2.7 °C del 2006 (7 de enero). La temperatura récord más alta fue de 34.5 °C, se registró el 7 de febrero, la anterior fue de 32.8 °C en 1989 (28 de febrero). Este incendio se vio favorecido por las altas temperaturas y, por el ambiente seco a pesar de la presencia de neblina previa. La sequía y el calor exacerban los incendios forestales, atribuidos a fenómenos extremos, sin descartarse los efectos del cambio climático, sin duda alguna las altas temperaturas registradas influyeron en el siniestro. En las últimas décadas, los incendios se han incrementado en frecuencia e intensidad. Las principales causas se asocian al cambio en el uso del suelo y a los cambios en el clima.

La pérdida de árboles se calcula en medio millón. El bosque de coníferas era el más extendido. Los pinos son los más abundantes. Se sabe que algunas especies de pinos son dependientes del fuego, como el pino colorado (Pinus patula), tiene conos serótinos, que para que sus conos se abran y se liberen sus semillas es necesario el fuego. Entre las especies de animales tenemos anfibios reptiles mamíferos de diversas tallas. Cuenta con una muy rica y variada avifauna. Sí bien la fauna tiene movilidad no siempre escapa a sus efectos. El efecto más inmediato es la muerte directa de los animales y mucho más grave la destrucción de su hábitat. Con la pérdida de la fauna del suelo y polinizadores la recuperación del bosque es muy lenta.

Existe una gran interrogante sobre si hay un buen o un mal uso del fuego en la vegetación natural, si tiene o no beneficios, aunque no existe una posición y repuesta al respecto, por lo que aún continúa la discusión por conocer mejor el manejo del fuego. Hay recomendaciones como en el caso de los “prescritos” a través de quemas ligeras, periódicas y controladas que eliminan el combustible acumulado de las hojas de los pastos amacollados. Las quemas controladas y periódicas representan una ventaja desde la percepción de algunos estudiosos al disminuir los riesgos para el ser humano, las plantas y los animales, y permitir el mejoramiento de la calidad del forraje.

No obstante, todas las acciones de control y manejo del fuego deben estudiarse profundamente y aplicarse con sumo cuidado. Aunque existe la NOM-015-SEMARNAT-SAGARPA-2007, que establece las especificaciones técnicas de métodos de uso del fuego en los terrenos forestales y en los terrenos de uso agrícola, en la que se consideran el papel ecológico y los efectos del fuego en la vegetación, no se aplica. De cualquier manera, lo que urge es desarrollar una mejor compresión del tema que permita entender las variantes entre orígenes, efectos y consecuencias ecológicas o silvícolas. Esto es especialmente relevante dadas las nuevas condiciones ambientales ocasionadas por el cambio ambiental global.

  • Ante estos datos, como ciudadano se recomienda no dejar fogatas prendidas, apagar bien las colillas de cigarro, así como no tirar basura en los bosques y pastizales, y recoger los deshechos.
  • Repensar las prácticas de quemas periódicas ante las condiciones que están prevaleciendo producidas por el cambio en las condiciones del tiempo, que son una cadena de reacciones que contribuye de diferentes maneras al calentamiento atmosférico.