La ciencia y el tenis: ejemplos de precisión, error y perseverancia
Enrique Ibarra-Laclette1, Claudia Anahí Pérez-Torres1,2 y Marte Meza Rello3

A primera vista, el tenis y la ciencia parecen mundos distintos: uno se juega al aire libre, con pelotas y raquetas; el otro ocurre, generalmente, en espacios confinados entre tubos de ensayo e instrumental de laboratorio.


























































