Cardenal de la laguna (Lobelia cardinalis)

Lobelia cardinalis comúnmente conocida como “Cardenal de la laguna”, es una de las 300 especies del género Lobelia, pertenece a la familia Campanulaceae; fue descrita por Carlos Linneo en 1753. El nombre genérico, Lobelia, honra al botánico belga Matthias de Lobel (1538-1616) y el epíteto específico, cardinalis, significa "rojo".

Otros nombres comunes en México son: Acaxóchitl, Cardenal de maceta, Lobelia y Sangre de Cristo. Fue introducida en Europa en 1620, con el nombre de “Flor del Cardenal” debido a la semejanza del color de las flores con la mitra de los cardenales de la Iglesia Católica.

Es una planta herbácea nativa de América, crece desde Canadá hasta el norte de Colombia. Se encuentran en regiones con clima cálido asociada a bosques de niebla y de pino; se desarrolla bien en lugares húmedos. Esta planta perenne alcanza hasta dos metros de altura,  sus hojas miden 20 cm de longitud y 4 cm de ancho, son lanceoladas con márgenes dentados; tiene flores rojas que se producen en racimos. También se conocen formas con flores blancas (Lobelia cardinalis f. alba) o rosas  (Lobelia cardinalis f. rosea).

Esta especie tiene propiedades curativas que han sido aprovechadas por distintos pueblos. Los indígenas norteamericanos usaban la raíz contra la sífilis e inhalaban el aroma para curar el catarro. La infusión de sus hojas se ha utilizado para combatir resfriados y problemas bronquiales. Además, se ha registrado que ayuda a contrarrestar la adicción al tabaco.  El cardenal de la laguna contiene lobelina, sustancia estimulante que altera la fisiología del neurotransmisor dopamina, por lo que puede ser tóxica para las personas y el ganado.

La planta se propaga por semilla, necesita luz para germinar y florece hasta el segundo año. La flor  es  atractiva para los colibríes quienes probablemente actúan como sus polinizadores.

En el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero la Lobelia cardinalis crece en el jardín formal.