Biodiversidad: la vida sobre la tierra

Alejandro Espinosa de los Monteros

Biodiversidad es la riqueza de especies de un lugar. Actualmente, los procesos naturales que regulan la biodiversidad se han visto afectados por la actividad humana llevándonos a una crisis contemporánea de la biodiversidad.

Palabras clave: biodiversidad, conservación, extinción

Cada vez que nos asomamos por la ventana no podemos evitar darnos cuenta que estamos rodeados de vida. Aún en los ambientes más inhóspitos podemos observar como los organismos se empeñan en establecerse y perdurar. Sin duda, todos hemos visto imágenes del Antártico donde grandes colonias de pingüinos se reproducen, o del Ártico con manadas de focas y osos polares descansando sobre el hielo aparentemente sin importarles los -49º centígrados de temperatura promedio (si quiere darse una idea de esto, piense que la temperatura del congelador de su refrigerador difícilmente llega a bajar a -20º C). Lugares que a primera vista dan la impresión de estar desolados como los desiertos, en donde la precipitación es irregular registrándose en promedio 150 mm de lluvia al año, albergan numerosas formas de vida. Características anatómicas, fisiológicas y conductuales que han evolucionado a través del tiempo permiten a los seres vivos resistir condiciones extremas de sequia, frío, escasez de alimento, falta de luz, etc. Si de algo nos hemos dado cuenta al observar la naturaleza, es que la vida tiene una sorprendente capacidad de adaptación.

Un hecho evidente es que no todas las especies se encuentran en todas partes y que algunas especies ni siquiera se pueden observar en un mismo sitio durante todo el año. El número de especies que se encuentran en un lugar determinado es lo que conocemos como biodiversidad; mientras que la variación de esta, ya sea en el espacio o en el tiempo es lo que denominamos “patrón de biodiversidad”. De forma muy general podemos reconocer dos grandes patrones de biodiversidad en el mundo. Conocemos un patrón latitudinal, en donde el número de especies aumenta conforme nos acercamos a la línea del ecuador. Por ejemplo, en Canadá se reportan 708 especies diferentes de aves, para México los registros indican 1,096 especies, mientras que en Ecuador el listado de aves llega a las 1,681 especies. Esto es aún más evidente si hacemos un ajuste dependiendo del área del país. Canadá tiene una superficie de 9,984,670 km2 lo cual implica 7 especies de aves por cada 100,000 km2, para México (1,964,375 km2) la estimación es de 6 especies por cada 10,000 km2, y para Ecuador (256,370 km2) calculamos 6 especies por cada 1,000 km2. Aún cuando no se sabe con certeza, se piensa que este patrón latitudinal de biodiversidad es el resultado de una mayor complejidad geomorfológica y climática que existe en las zonas tropicales. El segundo patrón es altitudinal. Aquí, el numero de especies disminuye con forme aumenta la altura. En otras palabras la biodiversidad es mayor a nivel del mar que en la cima de las montañas. Un estudio realizado en la sierra de Guerrero encontró que el bosque tropical seco que se encuentra entre los 0 y los 800 m sobre el nivel del mar alberga 94 especies distintas de árboles, en la siguiente cota de altura entre los 900 y 1900 m se encuentra otro tipo de vegetación conocido como bosque de niebla donde se registraron 87 especies de árboles, finalmente para el bosque de encinos que se distribuye entre los 2000 a los 3000 m de altura tan solo se encontraron 47 especies de árboles. Se piensa que el número de especies vegetales en las zonas bajas está determinado por factores físicos como el tipo de suelo, al igual que por factores biológicos entre los que destacan los herbívoros, polinizadores y animales que muevan las semillas de un lugar a otro; mientras que las zonas altas la biodiversidad está limitada principalmente por factores climáticos como la temperatura y la humedad.

Países que se encuentran dentro de las zonas tropicales y abarcan una gran amplitud tanto longitudinal como altitudinal suelen ser países mega diversos. México es un claro ejemplo de ello. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en nuestro país se conocen 535 especies de mamíferos (12.2 % de las especies mundiales), 1,096 de aves (11.8% de las especies mundiales), 804 de reptiles (9.8%), 361 de anfibios (7.6%), 2,692 de peces (9.6%), 5,579 de arañas (6%), 47,853 de insectos (5.2%), 5,387 de crustáceos (12%), 1,393 de anélidos (8.4%), más de 25,000 de plantas con flores (9.1%), 42 de cícadas (21%), 1,067 de helechos (8.2%), 984 de musgos (7.7%), 2,702 de algas (10%) y más de 7,000 de hongos (10%). Sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos de nuestro país es su gran riqueza biológica.

La imagen de la vida sobre la faz de La Tierra ha cambiado radicalmente durante el tiempo. Innumerables recambios de flora y fauna han tenido lugar a lo
largo de la historia. El proceso evolutivo modifica a las poblaciones dando origen a nuevas especies, al igual que extinguiendo de forma natural a otras. Pensamos que la dinámica de los cambios en la diversidad se ve afectada principalmente por la tectónica terrestre. Esta actúa directamente sobre la complejidad geomorfológica, elevación topográfica, y variación climática. Dichos cambios suelen fragmentar a las poblaciones impidiendo la migración, el intercambio de genes o/y limitando la posibilidad de expansión de su rango de distribución. Posteriormente en las poblaciones fragmentadas surgen mutaciones que después de múltiples generaciones producen diferenciación cambiando la tasa de especiación y consecuentemente modificando la biodiversidad. Durante los últimos cien años este proceso natural se ha visto fuertemente modificado por factores antropogénicos. Países con economías pobres o emergentes suelen presentar condiciones críticas como inestabilidad política, pobreza extrema y alto crecimiento demográfico. Esto genera problemas sanitarios, problemas alimentarios e inestabilidad social. Lo anterior repercute en la sobreexplotación de los recursos naturales para la subsistencia, e inevitablemente produciendo degradación ambiental con la consecuente perdida de biodiversidad. Lamentablemente, este tipo de condiciones son la que suelen existir en países mega diversos. El acelerado aumento en la desaparición de especies durante el último siglo ha llevado a los científicos a pensar que actualmente nos encontramos en un período de extinción masiva. Es urgente implementar medidas de control, explotación y manejo adecuado del medio ambiente y de los recursos naturales. De otra forma ese esplendor en la vida que cubre actualmente al planeta tan solo será un recuerdo o una triste imagen en un libro, un documental o en un museo.