Cuando el tecolote canta... no lo molestes

Luis M García Feria

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 05 de julio 2021

Las lechuzas y los búhos son aves amenazadas por los mitos y leyendas y presiones en los ecosistemas por las actividades humanas

Palabras clave: Estrigiformes, mitos, protección

Las lechuzas y los búhos son aves muy aludidas dentro del folklore, leyendas y relatos de muchas culturas alrededor del mundo. Mitos y simbolismos contradictorios que por largo tiempo han puesto en riesgo la supervivencia de estas hermosas e importantes aves. Por ejemplo, por un lado, se les ha asociado con la muerte y al desastre identificándolas como aves de mal agüero, y por otro, se les ha considerado símbolos de sabiduría y aprendizaje, por lo que son reconocidos en la medicina popular, en la magia y en la justicia. Estas aves realizan vocalizaciones para comunicarse entre miembros de su misma especie y no para anunciar la muerte de personas.

En México existe el refrán «cuando el tecolote canta, el indio muere», anunciando la muerte de algún familiar o persona cercana. Esta creencia tiene origen en la mitología prehispánica donde Tezcatlipoca poseía a su nahual conocido como “hacha nocturna” (Youaltepuztli), clasificado dentro de los hombre-búho o tlacatecolotl, quien gustaba embrujar, hacer el mal o traer malos presagios. En las descripciones y relatos históricos, como el que escribió Juan José Delgado (misionero jesuita, científico, cronista) en 1754, se menciona «de los pájaros nocturnos hay gran variedad; el que llaman bucos, porque así canta, es el mismo que llamamos mochuelo en España, y en la Nueva España tecolote; no ve de día, y así no vuela, sino que descansa en los árboles altos; tiene notable olfato, y dicen los indios de él que siente el olor malo o de corrupción, y si llega a las casas donde hay algún enfermo que esté para espirar, allí se está voceando con melancólico acento. No es de extrañar, pues, que en la Nueva España existan arraigados algunos abusos y supersticiones por causa del cantar de este pájaro». 

En el país existen alrededor de 35 especies de familia Strigiformes, conocidas como aves rapaces o carnívoras nocturnas. En la Modificación, publicada en el 2019, del Anexo Normativo III de la Lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 Protección ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo, se tienen registradas 21 especies. Entre ellas 6 especies y 4 subespecies son endémicas para México. Todas las especies de búhos se encuentran en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), lo que indica que estas especies podrían estar en un grado de amenaza si no se controla estrictamente su comercio y tráfico ilegal. 

La mayoría de las especies de búhos habitan en bosques primaros, secundarios y ecotonos, por lo que la deforestación y fragmentación de estos ambientes impacta negativamente en su supervivencia. Muchas de estas aves anidan en cavidades naturales en los árboles, sin embargo, cuando hay escasez de estas cavidades buscan sitios inusuales para anidar, por ejemplo, en construcciones o sobre el suelo. Los nidos construidos sobre el suelo son más susceptibles a ser destruidos por depredadores terrestres y fauna doméstica feral (perros y gatos). Entre otras causas de muerte de los estrigiformes se encuentran el cambio de uso de suelo por actividades agrícolas y ganaderas, colisiones con automóviles, cercos con púas o cableado eléctrico, introducción de especies exóticas, contaminación por pesticidas y tráfico ilegal. No obstante, la creencia popular de que estas aves son de mala suerte y de asociación con la muerte, y otras supersticiones infundadas, aun son de las principales amenazas. 

Los búhos y lechuza son componentes muy importantes en la estabilidad de los ecosistemas, ya que controlan especies que pueden llegar a ser plaga, como ratas, ratones e insectos. Por ejemplo, una pareja de lechuza comunes puede cazar hasta 2000 ratones al año. Se reproducen entre enero y mayo, y cuando las crías comienzan a emplumar, suelen salir del nido para explorar y fortalecer los músculos de sus alas. Algunos pollos pueden caer al suelo lo que los hace vulnerables a depredadores o caer accidentalmente en coladeras. Si ves algún pollo de estas especies en problemas o posible peligro, verifica que no este lesionado. En dado caso, contacta a las autoridades (PROFEPA, Protección Civil o Bomberos) para que lo rescaten. No intentes curarlos en casa. Si no muestran heridas o lesiones, y no hay peligros cerca (perros, gatos, calles transitadas), guardarlos en una caja de cartón durante el día y déjalos en algún lugar elevado lejos de peligros y cerca donde fueron encontrados. Los padres regresarán y lo buscarán en la noche, cuando los pollos vocalicen pidiendo ser alimentados.

Los búhos y lechuzas no son mascotas y su tenencia es penada por Ley General de Vida Silvestre. Ya que son símbolos de sabiduría y aprendizaje, trata de aprender sobre estas aves y conocer que especies viven en tu ciudad.

 

Referencias

  • http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/lechuzas-y-buhos-aves-de-mal-aguero/html/
  • https://d.elhorizonte.mx/opinion/editorial/cuando-el-tecolote-canta-el-indio-muere/1656371
  • http://axpida.com/2018/03/08/que-significa-el-buho-para-los-abogados/
  • http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/146_200521.pdf
  • Enríquez, P (editora). 2015. Los búhos neotropicales: diversidad y conservación. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México: El Colegio de la Frontera Sur.
  • Arrona-Rivera AE, Enríquez PL, García-Feria LM, Alvarado-Orellana S, Rendón von Osten J. 2016. Organochlorine pesticides in the ferruginous pygmy-owl (Glaucidium brasilianum) in Chiapas, Mexico. Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology 97:337-345. doi: http://dx.doi.org/10.1007/s00128-016-1861-0.
  • Astorga. 2017. Primer registro de nidificación sobre el suelo del Búho café (Ciccaba virgata), en Grecia, Costa Rica. Huitzil, Revista Mexicana de Ornitología 18(2): 242-245. doi: http://dx.doi.org/10.28947/hrmo.2017.18.2.285

  

Cuadro 1. Especies de estrigiformes de México*, endemismos y categorías de riesgo**

(ssp = subespecie; P = en peligro de extinción, A = Amenazada, Pr = Protección especial)

 

Familia Strigidae

Género

Número de especies

Número de especies en riesgo

Endémicas

Categoría de riesgo

Tecolotes oyameleros

Aegolius

2

1

1

P

Búhos orejones

Asio

4

2

 

A, Pr

Tecolotes y mochuelos

Athene

1

1

1 ssp.

Pr

Búhos cornudos y búhos águila

Bubo

1

1

1 ssp.

A

Lechuzas Ciccaba

Ciccaba

2

1

 

A

Búhos pigmeos

Glaucidium

8

4

2

A(3), P

Búhos cuernos blancos

Lophostrix

1

1

 

A

Tecolotes

Megascops

8

4

2, 1 ssp.

P, A, Pr (2)

Tecolote enano

Micrathene

1

1

1 ssp.

E

Búho cara clara

Pseudoscops

1

1

 

A

Tecolote ojos oscuros

Psiloscops

1

 

 

 

Lechuzones mochos

Pulsatrix

1

1

 

A

Lechuzas Strix

Strix

3

3

 

P, A, Pr

Lechuzas de campanario

Tyto

1

 

 

 

* Enríquez, P. (2015); https://enciclovida.mx/

** https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5578808&fecha=14/11/2019

 

 

Pies de figuras 

Fig 1. Lechuza de campanario (Tyto alba). Álamo Temapache, Ver. ©lizsosa, https://www.inaturalist.org/photos/136023344

Fig 2. Pollo de Búho café (Ciccaba virgata). Xalapa, Ver. Fotografía: Orlik Gómez. 

Slider: Tecolote bajeño (Glaucidium brasilianum), Coatepec, Ver. Fotografia: Luis García.