El camino a la ciencia en México

Francisco Mendoza Fernández

“Todos quienes formamos parte de la sociedad podemos contribuir en algún eslabón de la cadena de valor integrado a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Una sociedad de conocimiento promueve la pluralidad de ideas y previene la polarización de la sociedad. Ayuda a la construcción de una comunidad que valora su diversidad cultural, la diversidad biológica, y donde conviven tradición, naturaleza y conocimiento científico.”

La UNESCO ha determinado el 10 de noviembre como el Día Mundial para la Paz y el Desarrollo, esto con el objeto de acercar la ciencia a la sociedad para que tengan los conocimientos necesarios, y de esta forma, puedan elegir sus opciones profesionales, personales y políticas. Además, sirve para atraer a los ciudadanos al apasionante mundo de la investigación.1

En México, aún hay mucho por hacer para mejorar los indicadores de competitividad relativos a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Entre los países de la OCDE, ocupamos el último lugar con 1.02 investigadores empleados de cada mil miembros de la población activa, mientras que el primer lugar (Dinamarca) reporta 15.65 investigadores científicos por cada mil empleados2(figura 1). Este tipo de indicadores puede mejorarse de varias maneras, una de las cuales es incrementando la inversión pública y privada en ciencia y tecnología. “Invertir en ciencia, tecnología e innovación (CTI) es fundamental para el desarrollo económico y el progreso social. En la actualidad, la investigación y los avances en el campo de las tecnologías verdes contribuyen al progreso económico y social al tiempo que respetan el medio ambiente y construyen sociedades más ecológicas e inclusivas”3. Los países que reportan el mayor desarrollo económico y social como Israel, Korea del sur o Japón invierten más del 3% de su Producto Interno Bruto en investigación científica, mientras que México nunca ha superado el 0.5% del PIB aún y cuando la intención apuntó a invertir 1% del PIB en algún momento de su historia4 (figura 2).

Es evidente que existe una correlación importante entre la producción científica de un país, la inversión dedicada a esta por el Estado y el nivel de desarrollo económico y el bienestar social. Es decir, a mayor inversión, mayor producción científica, mayor crecimiento económico y mayor bienestar social. Por supuesto, también hay que considerar que el crecimiento económico de un país no sólo depende de su inversión en Ciencia e Innovación, son muchos los factores que interactúan para poder mejorar los indicadores de bienestar en una sociedad. Lo fundamental es entender y asimilar la importancia de la construir una cultura y una comunidad que promueva sociedades del conocimiento. Para lograrlo, hay que darse a la tarea de promover esquemas que impulsen proyectos científicos donde participen investigadores expertos en diferentes disciplinas, que sean integradores y orientados a solucionar problemáticas fundamentales de la sociedad. Como acciones complementarias es necesario aumentar la divulgación científica en todos los niveles, organizar ferias de ciencia, inculcar las vocaciones científicas desde los niveles escolares más elementales, mostrar a la sociedad evidencia contundente de los beneficios a la sociedad que aporta la investigación científica y el desarrollo tecnológico, y muy importante, integrar una comunidad científica de ciudadanos, no sólo de una élite de académicos destacados.

Todos quienes formamos parte de la sociedad podemos contribuir en algún eslabón de la cadena de valor integrado a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Pero como si fuera una regla de la naturaleza, para que exista oferta, debe generarse una demanda. Yo creo que es la sociedad organizada quienes deben demandar mayor inversión en ciencia. La sociedad es quien debe reclamar enfáticamente que la investigación científica sea un asunto prioritario en la agenda pública, no se trata sólo de invertir más, se trata de invertir mejor, en políticas públicas de alta rentabilidad social amparadas en una plataforma estratégica. En el presente, los problemas que más daño generan al mundo están relacionados con la ecología, la seguridad, la salud y la educación, la ciencia puede ser la única respuesta a esos problemas. (figura 3)

Una sociedad de conocimiento promueve la pluralidad de ideas y previene la polarización de la sociedad. Ayuda a la construcción de una comunidad que valora su diversidad cultural, la diversidad biológica, y donde conviven tradición, naturaleza y conocimiento científico.

Construir estrategias de gobierno con sustento en la ciencia, será fundamental para reducir la desigualdad social en nuestro país y alcanzar la paz.

 

Pies de foto

Fig 1. Número de investigadores científicos activos por cada 1000 personas de la población económicamente activa en países de la OCDE. Statista. (2020, 3 abril). Ranking of OECD-countries by number of scientists/researchers 2018. https://www.statista.com/statistics/264644/ranking-of-oecd-countries-by-number-of-scientists-and-researchers/

Fig 2. Gasto gubernamental en ciencia y tecnología como porcentaje del PIB 2016 en países de la OCDE, Revista NEXOS Ruelas Ávila. (2019, 13 diciembre). Gasto público en ciencia y tecnología en México, ¿por qué, cómo y para qué? Distancia por tiempos. https://educacion.nexos.com.mx/?p=2073

Fig 3. Visitas guiadas al Clúster Científico y Tecnológico BioMimic® - INECOL 2016 – Crédito: Francisco Mendoza Fernández