Vivienda resiliente con prefabricados de bambú

Ma. Teresa Mejia Saulés (INECOL) y Verónica Maria Correa Giraldo  (Bambuterra)

Aunque puede resultar extraño, el bambú es el miembro más grande de la familia botánica de las gramíneas, en la cual está el trigo, la caña de azúcar, la avena, el maíz y el arroz. Existen más de 1,500 especies de bambúes en el mundo y su distribución es amplia: el 65% son originarias de Asia sur-oriental, un 32% están en América Latina y las restantes en África y Oceanía. En México contamos con más de 57 especies nativas.

Los bambúes los podemos encontrar desde el nivel del mar hasta una elevación de 4600m en alta montaña. Las plantas de bambú pueden ser plantas pequeñas de menos de 1m de largo y con los tallos (técnicamente llamados culmos) de medio centímetro de diámetro o pueden ser gigantes de unos 25m de alto y 30cm de diámetro.

El bambú es una planta que ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de determinadas culturas con las que ha convivido mutuamente. Se han encontrado evidencias de su uso con más de 10,000 años en el Sureste Amazónico y en México se conoce que los Aztecas y Mayas usaron este recurso para construir viviendas, utensilios, herramientas, y tejer las estructuras de los escudos de los guerreros, entre otros. Un estudio reciente, realizado por un grupo de especialistas del INAH, INECOL, IPN, la UNAM, la UAM, e INECOL entre otros, dio a conocer los componentes y forma de elaboración de una de las piezas más importantes del arte plumario que data del siglo XVI, el escudo o “chimalli” de Moctezuma, el cual esta resguardado en la colección del Castillo de Chapultepec. En la UAM-Iztapalapa e INECOL estudiamos la estructura principal de este “chimalli” y descubrimos que utilizaron un bambú endémico de México.

Debido a la gran diversidad de especies y a la amplia variedad de usos que tiene el bambú, algunas regiones donde no era común su crecimiento se encuentran introduciendo su cultivo como una alternativa ante la creciente necesidad del uso de fuentes renovables. Como ejemplo esta Europa donde se cultiva en invernaderos en cantidades muy limitadas, también se propagan en jardines botánicos y se utiliza en jardines interiores de los edificios o casas. Otro ejemplo es México, donde en varios estados de la República Mexicana se ha empezado el cultivo y aprovechamiento de algunas especies de bambú introducido, esto surgió como una alternativa potencial de desarrollo y de producción. Actualmente en México contamos con más de 50 especies de bambúes introducidas o exóticas, las más conocidas y utilizadas son: Bambusa oldhamii (bambú africano), Bambusa vulgaris var. vulgaris (bambú verde), Bambusa vulgaris var. vittata (Bambú amarillo), Dendrocalamus asper (bambú gigante), Dendrocalamus strictus (bambú sólido), Guadua angustifolia (bambú colombiano), Phyllostachys aurea (bambú plumoso), Phyllostachys bambusoides (madake), Phyllostachys dulcis (bambú dulce) y Phyllostachys edulis (moso).

Con más de 10,000 usos registrados, los empleos económicos del bambú son numerosos y variados. Los brotes jóvenes se utilizan como alimento y las hojas constituyen un excelente forraje para el ganado, los tallos o culmos de diferentes tamaños y diámetros se emplean en tuberías, como material de construcción, como mástiles, para construir puentes, así como para fabricar muebles, arcos, recipientes de cocina, cubetas, para la producción de papel, tinturas, bebidas, elaboración de cuerdas y tejidos o telas, sin dejar de lado el carbón, los pellets y el alcohol como alternativas de bioenergía.

Si bien el uso del bambú como un recurso natural para edificación y autoconstrucción en México ha sido poco explorado, se ha demostrado que este genera una derrama directa al campo del 15% del valor de la vivienda construida. En los últimos 20 años, la construcción de vivienda popular con bambú rollizo ha tenido notables casos de éxito en Asia y América. En México, el gobierno ha promovido la generación de leyes y normas técnicas en materia de construcción sustentable y Bambuterra (empresa con más de 8 años de experiencia en diseño, creación e implementación de soluciones innovadoras para edificaciones sustentables y resilientes1), a través de vinculaciones con Instituciones de Educación Superior (IES), y Centros de Investigación (CI) desarrolló el sistema estructural BiBa®, como una solución tecnológica constructiva integral que propone una alternativa de edificación que hace uso de tallos o culmos estructurales de bambú cosechados en México.

El sistema de construcción con componentes prefabricados BiBa, está compuesto por dos subsistemas: Biopanel® y Bambulosa®. El primero permite levantar muros mediante la colocación de paneles modulares prefabricados. El segundo está dirigido a la construcción de las losas o techos, mediante el empleo de módulos prefabricados, formados por vigas preesforzadas de bambú. La tecnología ha sido diseñada para implementar modelos productivos en zonas rurales, que permitan replicarse e implementarse a gran escala.

Bambuterra propone a través de la generación de una estrategia de negocio basada en transferencia de tecnología a socios productores locales, activar económicamente zonas rurales productoras de bambú mediante la transferencia de paquetes tecnológicos en los distintos eslabones de la cadena de valor. Es así como a través de proyectos piloto en los estados de Veracruz y Chiapas, se generarán componentes prefabricados aptos para construcciones de calidad y sustentables para surtir mercados locales, alineados a la actual política nacional basada en otorgar créditos para autoconstrucción asistida.

Así mismo, la empresa, en alianza con otros actores del gremio, lanzará próximamente una versión digital del primer manual de autoconstrucción asistida, así como planes de capacitación para asesores técnicos de los programas oficiales.

El sistema BiBa ofrece diversas ventajas:

  • Económico. Reduce costos de mano de obra y tiempos de construcción;
  • Ecológico: Disminuye en un 80% el impacto ambiental por edificación;
  • Estructural. Las construcciones cumplen con todos las características que exigen los reglamentos de diseño y construcción vigentes, con mejor desempeño y mayor resiliencia;
  • Social. El empleo de materiales locales mejora las condiciones de empleo y vida de la población en regiones productoras.

 

Referencias

  • Cruz R.H. (2009), “Bambú Guadua”, Gráficas Olímpicas S.A., Pereira, Colombia.
  • Ordoñez, V.R., M.T.Mejia-Saulés y G. Bárcenas. 2011. Manual para la construcción sustentable con bambú. Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). 94 p.
  • Quintanar-Isaías, A., A.T. Jaramillo-Pérez y T. Mejía-Saulés. 2019. Identificación y análisis del sistema estructural del Chimalli. En: "Proyecto de investigación del Quetzalcuexyo Chimalli de la pieza perteneciente a las colecciones del Museo Nacional de Historia-INAH"
  • Ruiz-Sanchez, E. 2018. Mexican Bamboos in the XXI Century: Diversity, useful species and conservation. 11th World Bamboo Congress Proceeding.
  • Trabanino F., y F. Núñez. 2015. Guadua como elemento mortuorio en sepulturas mayas. Boletín de Antropología. 29. 10.17533/udea.boan.v29n48a06.
  • https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-cuexyo-chimalli-del-castillo-de-chapultepec
  • https://www.bambuterra.com.mx/
  • https://www.inbar.int/es/gastronomia-sustentable-bambu-comestible-una-rica-y-ecologica-alternativa/
  • https://www.bambuterra.com.mx/biba