Estos insectos son uno de los grupos de macroinvertebrados dominantes en los ambientes dulceacuícolas, lo que refleja su alta diversidad y participación en la composición de las comunidades acuáticas, además de ser excelentes indicadores de la calidad del agua.

La diversidad de ambientes que estos insectos habitan es muy amplia e incluye ríos, arroyos, lagos, lagunas, cascadas, manantiales, charcas temporales, humedales, charcas rocosas litorales e incluso acuíferos subterráneos y cuerpos de agua al interior de cuevas. Se ha documentado su sobrevivencia, en aguas termales, atrapados bajo el hielo y en cuerpos de agua con una salinidad siete veces superior a la salinidad media del mar. También se les puede encontrar habitando medios acuáticos artificiales como embalses, abrevaderos, canales y diques de riego. Incluso pueden ser encontrados en lugares poco comunes como las depresiones en el suelo provocadas por pisadas de ganado.

Las larvas o estados juveniles pueden obtener el oxígeno directamente del aire atmosférico, a través de un tubo abdominal (sifón) que realiza una función similar a la de un esnórquel. También pueden utilizar el oxígeno disuelto en el agua por medio de difusión cutánea o respiración branquial (similar a la respiración en peces), y otras viven dentro de las hojas, tallos y raíces de plantas acuáticas o semiacuáticas y toman el oxígeno directamente de las células aerenquimatosas de sus plantas hospederas. Durante la fase adulta, la mayoría de los escarabajos dependen del aire atmosférico para la respiración mientras se encuentran sumergidos, por lo que almacenan aire bajo las alas (como si fuera un tanque de oxígeno) que les permite permanecer sumergidos por períodos prolongados de tiempo. Otros escarabajos viven en las orillas de los cuerpos de agua y periódicamente se introducen en ella; estos escarabajos presentan un recubrimiento repelente al agua (hidrofóbico) que les permite rodearse por una burbuja de aire y permanecer sumergidos en el agua. En ambos casos, una vez que el oxígeno en la burbuja de aire se agota, el insecto se acerca a la superficie para recargar la burbuja con aire fresco. Algunos escarabajos presentan una estructura especializada llamada plastrón, la cual está formada por sedas hidrófobas que se encuentran presentes sobre la mayor parte del cuerpo y patas. El plastrón mantiene al insecto parcialmente envuelto en una película de aire, la cual se encarga de extraer el oxígeno directamente del agua. Este mecanismo les permite a los escarabajos permanecer indefinidamente sumergidos bajo el agua.

Los coleópteros acuáticos tienen importancia médica, económica y ecológica. Existen especies que controlan poblaciones de insectos trasmisores de enfermedades humanas como el paludismo, dengue, zika y chikungunya, entre otras. En China se consumen para mejorar la circulación sanguínea y como antidiurético. Algunas especies se utilizan para controlar plagas de insectos que atacan los cultivos de plátano y caña de azúcar. Otras especies de coleópteros acuáticos atacan cultivos de nabo, repollo, trigo y arroz. Tanto larvas como adultos intervienen en varios niveles de las redes tróficas; como desintegradores aumentan en flujo de materia en los ambientes acuáticos; regulan el tamaño de poblaciones de invertebrados y juveniles de peces y anfibios; además, constituyen el alimento de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos acuáticos y terrestres.

Desafortunadamente el estudio de los coleópteros acuáticos en México es reducido. Se requiere de especialistas que se interesen en el estudio de este grupo de insectos y realicen estudios faunísticos, lo que nos permitirá conocer la diversidad y distribución en México, para posteriormente llevar a cabo estudios que nos ayuden a conocer más sobre su importancia económica, médica y el papel que juegan en el medio donde se desarrollan. Es importante también la conservación de áreas naturales y con esto la presencia de los diferentes cuerpos de agua donde se desarrollan éste y otros grupos de invertebrados acuáticos.