De acuerdo con algunos especialistas, se calcula que en el mundo existen alrededor de 1.5 millones de especies, de las cuales solo se conoce el 5%. Estimaciones de micólogos mexicanos consideran que en México crecen aproximadamente 200 000 especies, y de ellas apenas se tiene catalogado el 3.2 %, siendo Veracruz, uno de los estados mejor representados con alrededor de 1500 especies.

En el mundo, los científicos han clasificado entre otros, a dos grandes grupos de Hongos: Ascomycota y Basidiomycota. Los primeros se diferencian por presentar sus esporas (unidades reproductoras) en una especie de saco o bolsa, llamado “asca” y los segundos en “basidios” (especie de bastón). Referente a los Ascomycota, también conocidos en castellano como Ascomicetos, son entre otros grupos de hongos los que presentan el mayor número de especies.

El origen de los Ascomicetos se remonta al Devónico (hace aproximadamente 400 millones de años¡¡) y sus ancestros habitaron los océanos. Los hongos pertenecientes a este grupo no son como el típico hongo de “sombrerito”. Sus formas van desde discos, copas, esferas, auriculares, colmenas o hasta sillas de montar; a veces son aplanados y pueden parecerse a cerebros. Presentan colores muy variados que van desde rojo brillante, naranja, verdoso, lilas, morados, amarillos, blancos, grises, cafés en varios tonos y negros. La mayoría son muy pequeños, como las levaduras que son unicelulares, o hasta 15-20 cm como en el caso de algunas especies de Morchella, que son comestibles y popularmente conocidas en algunas regiones del centro del país como “helotitos” o “mazorquitas”.

Los Ascomicetos son cosmopolitas, y además de las propiedades que comparten con otros grupos de hongos, se les puede encontrar asociados a las algas con las que forman los Líquenes, o como contaminantes de alimentos, en cuyo caso se les conoce como “mohos” negros y verdes. Muchos de los ascomicetos crecen sobre las ramas y troncos tirados y hacen de estos sustratos su manjar favorito. A los hongos con estas propiedades se les conoce como hongos lignícolas o xilófagos, o simplemente como hongos degradadores (destructores) de la madera, en virtud de su capacidad para degradar los compuestos que la conforman. Es importante señalar que dentro del grupo, existen especies que históricamente han tenido relevancia en la medicina, la agricultura, la industria del vino, del pan, la cerveza, los quesos y otras valoradas por su excelente sabor culinario.

Para su estudio, se sigue un método que consiste en recolectarlos con la ayuda de una navaja y una lupa, se buscan dentro del bosque o en alguna área verde previamente seleccionada, sobre ramas, troncos caídos, hojas o en el suelo. Una vez colectados, se guardan en bolsas de papel estraza. En el laboratorio se observan y se toma nota de las características que se pudieran perder al secarse, como son el tamaño, color y forma. En un microscopio biológico se toman medidas de las estructuras reproductoras “ascas y esporas”, principalmente. Dicha información, junto con “claves” o guías nos permite conocer su nombre científico. Después, para conservarlos por muchos años, son deshidratados y resguardados dentro de un “gran almacén” conocido como herbario.

En el Instituto de Ecología, A.C., se han realizado estudios sobre estos hongos, en cuanto a su morfología y clasificación. Recientemente se han llevado a cabo inventarios y estudios de tipo ecológico relacionados con los Ascomicetos y otros grupos de organismos (plantas, hongos basidiomicetos, hormigas, saltamontes, escarabajos, mariposas, anfibios, pájaros y murciélagos) en áreas verdes en la ciudad de Xalapa, Ver., para conocer su diversidad y por considerar a Xalapa, como una ciudad “dentro de un Bosque”, al estar ésta, rodeada por áreas verdes con un alto valor ambiental y social, que en conjunto conforman las zonas de cultivo, pastizales, parques ecológicos, parques urbanos, lagos, laguna, cementerios, ríos, arroyos y manantiales.

De dichos estudios, a la fecha se han recolectado aproximadamente 1600 ejemplares de hongos ascomicetos, principalmente de las áreas naturales protegidas: “Santuario bosque de Niebla”, Parque “Natura”, Cerro de Macuiltépec y Molinos de San Roque, y de los parques urbanos “Los Tecajetes”
y “Los Berros”. Esta cifra nos da idea del enorme potencial que guardan estas áreas en cuanto a diversidad para este grupo de hongos y otros grupos de organismos lo que nos permite, entre otros aspectos: poder contar con elementos para planificar y orientar el crecimiento de las
ciudades, saber qué espacios conservar con mayor urgencia, incorporar planes de manejo específicos para cada tipo de parque, reconocer el papel de los organismos para el mantenimiento de la propia diversidad biológica (ejemplos: para la polinización, reciclamiento de nutrientes, conservación de la biodiversidad, etc.).

En cuanto a los Ascomicetos, las áreas urbanas y periurbanas con el mayor número de especies de Ascomicetos catalogadas hasta ahora son: el “Santuario Bosque de Niebla” del INECOL, el parque “Natura” y el parque del Cerro de Macuiltépec con 89, 83 y 84 especies, respectivamente.

Para la próxima vez que visites estos parques, pon atención y mucho ojo…por ahí seguro que encontrarás alguno de estos diminutos organismos y recuerda: a pesar de su tamaño cumplen una gran función en los ambientes tanto naturales como urbanos.