México, por su ubicación geográfica, tiene un alto riesgo de incidencia de plagas exóticas que pueden ingresar desde diferentes partes del mundo a través de su red de comercio exterior, pero también a través de migraciones desde zonas colindantes como los Estados Unidos de América, el Caribe y América Central. La mosca de las alas manchadas, Drosophila suzukii (Matsumura) (Diptera: Drosophilidae), y la mosca Africana del higo, Zaprionus indianus Gupta (Diptera: Drosophilidae), son dos especies invasoras que infestan varios frutos de interés económico y que recientemente han sido detectadas en las proximidades de Xalapa. 

Drosophila suzukii es una mosca nativa del sureste de Asia y fue colectada por primera vez en América del Norte en California en 2008. Rápidamente se expandió por diversos estados de EUA y ya en 2010 se detectó en Canadá. Esta plaga fue reportada por primera vez en México en 2011 en el municipio de Los Reyes en Michoacán, y solo en dos años se extendió a otros estados como Colima, Guanajuato, Aguascalientes, Estado de México y Baja California. 

Drosophila suzukii es considerada una plaga importante y sus hospederos incluyen una gran variedad de frutos dentro de los que destacan las cerezas, ciruelas y berries principalmente, aunque también puede afectar a otros frutos de importancia económica como manzana, pera y durazno. 

Por otra parte, la mosca Africana del higo, Z. indianus, es nativa del sur del Sahara en África y fue detectada en el continente Americano por primera vez en São Paulo, Brasil en 1999, donde rápidamente se expandió por Suramérica. Esta especie fue localizada por primera vez en México en Chiapas en 2002 y posteriormente en Florida, EEUU en 2005. Su distribución actual en el Norte de América es incierta, pero parece estar ampliamente distribuida por varias regiones de EEUU, sur de Canadá y México. En general, no es considerada una plaga ya que principalmente infecta frutos dañados o ya caídos al suelo. En la actualidad están reportados más de 74 especies de frutos de 31 familias de diferentes plantas, aunque solo ha sido reportada como plaga de importancia económica para una variedad de higo cultivada en Brasil, en la que genera importantes pérdidas económicas. Dado su bajo impacto económico, esta especie ha recibido poca atención en México aunque un estudio reciente reporta la colecta de individuos de esta especie en los estados de Sonora, Guanajuato, Querétaro y Oaxaca. 

Un reciente estudio realizado por el Instituto de Ecología A.C. (INECOL) en la región de Xico en Veracruz, detectó la presencia de ambas especies en trampas utilizadas para la detección de moscas de la fruta del género Anastrepha en un cultivo de guayaba, Psidium guajava L. En ese estudio se encontró que más del 80% del total de moscas de drosófilas contabilizadas pertenecían a estas dos especies invasoras (D. suzukii y Z. indianus). Esta región de Xico, está caracterizada por un clima húmedo con temperaturas promedio de 19-20ºC y con inviernos templados y lluvias durante todo el año, unas condiciones que han sido descritas como las idóneas para el desarrollo de poblaciones de D. suzukii en Europa y EEUU. Por el contrario Z. indianus generalmente prefiere climas cálidos, aunque se adapta a climas más fríos mostrando una plasticidad en la tolerancia a diferentes condiciones ambientales que le brindan o favorecen su capacidad para colonizar diferentes frutos. Otros estudios desarrollados por el INECOL han detectado la presencia de esta especie africana sobre frutos del suelo en diferentes jardines de Xalapa y otras partes del estado como la zona citrícola de la región de Martínez de la Torre y zonas de producción de mango y chicozapote en la región de Jalcomulco-Apazapan en Veracruz. 

La rápida expansión de ambas especies en América es un indicio de su gran habilidad para colonizar diferentes ambientes, lo que hace necesario desarrollar sistemas de investigación que ayuden a definir bien sus nichos ecológicos en México y su posible interacción con otras moscas de la fruta de importancia económica dentro de las que destacan las del género Anastrepha. Estudios sobre su impacto y distribución geográfica en el estado, sobre todo en el caso de D. suzukii, deberían considerarse una prioridad para el futuro en los programas de monitoreo y control de plagas. 

 

Foto 1 (página principal): Hembra de Zaprionus indianus con sus características líneas blancas en cabeza y tórax.

Foto 2: Macho de Drosophila suzukii con sus característicos puntos negros en las alas. 

Foto 3: Hembra de Drosophila suzukii en donde se aprecia su ovipositor aserrado.