El mundo político, económico, institucional, social y científico (académico), ha estado muy atento –desde los últimos 25 años- a las actividades y acciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC sigla en inglés), organización de expertos científicos en el tema global. Y de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) simplificado como COP, organización política que integra las comunicaciones  nacionales en el tema global. El objetivo fundamental de la CMNUCC es impedir la interferencia “peligrosa” del ser humano en el sistema climático. La Convención fija el objetivo de estabilizar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero en un plazo que permita a los ecosistemas adaptarse de manera natural al cambio climático, asegurar la producción de alimentos y permitir el desarrollo económico de manera sostenible. ¡Todo un desafío de gran escala!

Por la relevancia de esta situación de escala global, a partir de 2007 el INECOL crea el “instrumento” Coloquio Internacional sobre Cambio Climático, dependiendo directamente de la Dirección General y con el conocimiento del Consejo Interno del INECOL (CIINECOL). El 30 de Agosto 2007 se desarrolló el 1er Coloquio con el tema “Cambio Climático: La Zona Costera en Crisis en el Golfo de México, el Caribe y el Mediterráneo”. Como seguimiento a esta iniciativa, el 16 de Octubre 2008 se desarrolló el 2do Coloquio con el tema “Cambio Climático: La Zona Costera y su Impacto Ecológico, Económico y Social”. Adicionalmente, el 18 de Mayo 2012 se desarrolló el 3er Coloquio sobre “Cambio Climático: Dimensión Ecológica y Socioeconómica”. Más aún, el 29 y 30 de Mayo 2014 se desarrolló el 4to Coloquio con el tema: “Cambio Climático, Adaptación y Mitigación hacia Agendas Siglo XXI”. Estos eventos internacionales fueron la culminación a los respectivos cursos de posgrado durante los días previos. Las Conclusiones de todas estas actividades se han dado a conocer en diversos artículos científicos, dentro y fuera del país, y especialmente en tres libros de gran impacto en la literatura científica del tema:

 

 

Estos antecedentes de la Agenda Institucional del INECOL y los productos logrados de cobertura internacional, nos permiten opinar con propiedad, sobre lo que está aconteciendo recientemente en la “arena” de las instituciones globales como el IPCC-2013, y la COP21. Sobre todo teniendo con nosotros el respaldo de 46 Autores que han participado en artículos científicos y los distintos libros desde 2007 a 2015, provenientes de 22 Instituciones de 4 países (Estados Unidos, España, Costa Rica y México), cubriendo los sectores académico, social, económico y político.

 

Observando la “Arena Internacional” de la COP21

Las negociaciones se centraron en lo ambicioso que debía ser el pacto, la diferenciación en asumir responsabilidades entre países pobres y ricos. Y, en cuánto y cuándo se facilitarían los recursos financieros para los países en desarrollo. Después de la presentación del borrador, los ministros de los 196 países asistentes a la cumbre se reunieron para estudiar el texto que fue llevado ante la plenaria del COP21. Luego de que los asistentes realizaron algunas correcciones formales al documento, el ministro francés Laurent Fabius, anunció en plenaria su aprobación definitiva, expresando:... "COP21 es realmente un punto de quiebre para todos nosotros. A partir de ahora tenemos verdaderas bases, ecológicas, para salvar nuestro planeta con este acuerdo que era necesario para el mundo entero”.

El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, afirmó en una declaración: … “celebro el acuerdo logrado en París al que califico como un enorme paso para asegurar el futuro del planeta". "Significa que todo el mundo ha firmado (el Acuerdo) para asumir su parte en la detención del cambio climático".

En Estados Unidos, la Casa Blanca dijo que el documento de París era:… "el acuerdo más ambicioso sobre el cambio climático en la historia" y destacó que el mismo establece "un marco duradero, de largo plazo" para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En una intervención posterior, el presidente Barack Obama manifestó su satisfacción por la aprobación del acuerdo y dijo que:… “pese a no ser perfecto, es la mejor oportunidad que existe para salvar al planeta de los efectos del cambio climático”.

Por su parte el presidente de Francia, Francois Hollande expresó:…"Se ha alcanzado un acuerdo flexible, robusto y universal", ante los delegados reunidos en el parque de exposiciones de Le Bourget. Y señaló que el texto final era un hecho "sin precedentes". Agregando, "Es el primer acuerdo universal en la historia de las negociaciones sobre el cambio climático”. Y añadió:…"Es cierto que no es perfecto para cada país, si se mira desde los intereses particulares, pero es importante para todos, porque cuida los intereses del planeta".

¡Suena fácil, rápido, consensuado y todos felices!

Sin embargo, para analizar el resultado de la COP21 de París desarrollado durante las dos primeras semanas de Diciembre 2015, tenemos que dejar fuera de la reflexión lo que nos hubiera gustado que saliera de la cumbre mundial, así como hacer a un lado los peores pronósticos de fracaso que también se comentan en los medios. Sólo así se puede analizar fríamente la amplitud del acuerdo y hasta qué punto este Acuerdo es o no es suficiente, para observar el momento actual de la Civilización y el desarrollo de la fenomenología del cambio climático que estamos enfrentando en tiempo real, vinculado al entorno social y económico de las distintas regiones del Planeta.

 

Confrontando con los Libros del INECOL

El Acuerdo COP21, los países firmantes lo han llamado “histórico”, los grupos ecologistas lo definen como “decepcionante”. Y nosotros los científicos lo tomamos con mucha “incertidumbre”.

Hasta ahora se consideraba el aumento hasta los 2 oC grados centígrados como límite para el calentamiento global, pero muchas instituciones y científicos lo consideraban como una opción incierta que no permitía acciones concretas. El problema es que el Planeta ya se calentó 1.5 oC grados centígrados desde fines del siglo XIX hasta ahora, que estamos en el umbral del siglo XXI.

Independientemente de lo que piensen unos y otros el punto es, si esto será “suficiente”.  Suficiente para evitar que en las próximas décadas los peores efectos del cambio climático acaben con las pequeñas islas del Caribe o de la Polinesia. Suficiente para que los Polo Norte y Sur y los glaciares no desaparezcan. Suficiente para que el Suroeste de los Estados Unidos controle los incendios forestales y la disminución dramática del agua dulce para esa región de 35 millones de personas. Suficiente para detener la desertificación del Noroeste de México. Suficiente para controlar el ascenso del nivel del mar y la erosión dramática de los litorales en cualquier latitud. Suficiente para recuperar los cambios en la intensidad y ruta de las corrientes oceánicas costeras. Suficiente para evitar las sustituciones de pesquerías o el colapso de ellas. Suficiente para adaptarse a lo incierto de las estaciones climáticas y mitigar el colapso de la agricultura. Suficiente para detener las migraciones humanas en África, Asia, Europa, Latinoamérica, que buscan otros lugares donde el clima les permita subsistir, trabajar y prosperar Entre otros muchos ejemplos en un amplio rango latitudinal.

 

Principales Conclusiones tras la Cumbre de París, y nuestras Incertidumbres

Esto puede resumirse de la siguiente manera, con la Luces Rojas de nuestra opinión:

  1. Se ha llegado a un acuerdo global con la participación de 196 países, algo único hasta el momento.
  2. Se ha cerrado un acuerdo de 31 páginas. Parece ser un documento de fácil acceso y manejable.
  3. Estados Unidos y China, hasta ahora los eternos ausentes de los compromisos, han aceptado el acuerdo.
  4. El acuerdo desarrolla una serie de medidas para no superar los 2 °C grados centígrados para finales de siglo pero hace constar que se intentará que no se supere 1.5 °C. [Esto es una luz roja!]
  5. El acuerdo no incluye reducciones de gases de efecto invernadero legalmente vinculantes puesto que cuando se intentó (Protocolo de Kioto entre los años 80’s y 90’s) no funcionó y muchos países en 1997 acabaron “desconociendo el acuerdo”. [Esto es una luz roja!]
  6. Cada país ha de decidir unilateralmente cuán importantes serán sus reducciones de emisiones. Y si no cumple con su compromiso no se podrán tomar medidas contra ese país. Además, el Senado de Estados Unidos no tendrá que ratificar el Acuerdo de París. Recordemos que eso fue lo que tiró a la basura el Protocolo de Kioto. [Esto es una luz roja!]
  7. Se ha renunciado a la ambición de eliminar los combustibles fósiles y se ha cambiado el objetivo por el de compensar las emisiones a partir de 2050. [Esto es una luz roja!]
  8. Se dotará a partir de 2020 de un fondo de 100.000 millones de dólares para ayudar a los países pobres a luchar contra el Cambio Climático. En Copenhague ya se había prometido [Esto es una luz roja!].

La Incertidumbre del sector científico se nutre al revisar los Compromisos de los Principales Emisores de Gases de Efecto Invernadero. Desde 2014 cada gran país emisor ha enviado a la ONU unos compromisos de reducción de emisiones. Por ejemplo:

  • Estados Unidos ha dicho que va a reducir en 2025 un 26% sus emisiones con respecto a 2005. La luz roja que le adjudicamos es que “dice que lo va a hacer”, pero no de inmediato, sino para el 2025 y ese 26% prometido es en comparativo desde el 2005; es decir como lo era hace 10 años.
  • La Unión Europea ha dicho que reducirá sus emisiones un 40% en 2030 respecto a los niveles de 1990. Es decir, solamente “lo han dicho”, y en este caso su referente es el año 1990,… hace 25 años.
  • China ha comunicado que sus emisiones dejarán de crecer en 2030 y que para ese momento el 20% de su electricidad vendrá de fuentes limpias. La pregunta es cuáles serán esas fuentes?
  • Brasil reducirá un 37% sus emisiones en 2025 tomando como referencia 2005, pero no la referencia de 2015. Es decir, en línea con los Estados Unidos.
  • India aplicará un sistema particular de reducción de emisiones a base de limitar su dependencia de los combustibles fósiles en proporción a la evolución de su Producto Nacional Interno Bruto.

Sin duda estos países (o grupo en el caso de la Unión Europea) representan la parte más importante de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo y está claro que aquí estará el éxito o el fracaso de la Cumbre de París. El problema es que, si estos compromisos auto-impuestos se cumplieran la subida de temperatura al final del siglo estaría en el entorno de los 3 °C  grados centígrados o más (IPCC-2013) lo que está muy por encima de los 2 °C grados centígrados marcados como límite y sería el doble del objetivo deseable de la COP21 de 1.5 °C grados centígrados.

Debemos confiar en que en los próximos años los objetivos planteados se vean superados ampliamente por la realidad. (Nuestras luces rojas no las apagaremos!). Porque lo cierto es que la Tierra ya se ha calentado más de 1.5 °C grados centígrados desde el nivel preindustrial a fines del siglo XIX. Si esperamos hasta 2030 para marcar el máximo de las emisiones será tarde para evitar superar los 2 °C grados centígrados a que aspira la COP21. Y en esta incertidumbre, probablemente esa meta no se alcance.

El acuerdo de París entrará en vigor automáticamente cuando al menos 55 países que representen al 55% de las emisiones lo suscriban. Seguiremos esperando!

 

Epilogo

Por qué a América Latina le preocupa tanto el cambio climático?

Una de las razones por lo que el acuerdo de Copenhague (COP20) fue considerado un "fracaso" por las organizaciones ambientales Latinoamericanas, es que al carecer de efectos vinculantes, el pacto no tendría la suficiente validez que le permitiera ejecutar lo que se había acordado.

Según los científicos, la otra gran diferencia es sobre el tema del aumento de la temperatura global. Fue en Copenhague donde se estableció el límite de 2 °C grados centígrados del que se está hablando nuevamente ahora. La incongruencia es que ese límite se ha fijado muy por debajo de los dos grados centígrados. Y esto raya en lo absurdo.

En Copenhaguese estableció que la temperatura no debía aumentar por encima de los 2 oC grados centígrados respecto a la temperatura que existía antes de la era industrial (fines del siglo XIX). Y eso tampoco es congruente.

Esta medida también había sido criticada por líderes ambientales que aseguraban que no permitía tomar acciones concretas que redujeran en el corto plazo el calentamiento del planeta.

Quien pone el Dinero?

El financiamiento de la lucha contra el cambio climático ha sido un tema difícil. En Copenhague se proponía que los países desarrollados debían ponerse la meta de disponer de US$ 100 mil millones de dólares anuales hasta 2020 para ayudar a los países en desarrollo. Eso no fue así. Ahora, ese monto fue comprometido por los países ricos en los días previos a la conclusión del acuerdo de París, en cuyo texto se insta a los países desarrollados a aumentar su apoyo financiero "con una hoja de ruta concreta" hasta esa cantidad. Además se les pide aumentar significativamente el financiamiento dado, para  la adaptación ante el cambio climático, un tema clave para los países en desarrollo.

Por todo esto es que  los científicos lo tomamos con mucha incertidumbre.

Cuando en la comunidad académica que ha atendido los cuatro Coloquios Internacionales sobre Cambio Climático (INECOL-2007, INECOL-2008, INECOL-2012 e INECOL-2014), sostenemos este planteamiento, no podemos ignorar indicadores verdaderamente preocupantes. La COP21 se ha desarrollado al momento en que el Planeta Tierra tiene casi 8 mil millones de habitantes. Para el 2050 la explosión demográfica alcanzará los 9 mil millones de habitantes (o más), el agua dulce en volumen actual es menos del 3% de toda el agua dulce de la Tierra y está cada vez más contaminada y no alcanzará para sostener la vida de 9 mil millones de humanos. Para entonces, el suelo fértil no llegará ni al 10% de la cobertura de los continentes, la crisis energética se intensificará por el agotamiento de los carburantes fósiles, las enfermedades epidémicas se incrementará a  nivel de pandemia, la cobertura vegetal original del planeta no rebasará el 20% de la geografía mundial, los 25 recursos pesqueros que implican el 85% de las capturas mundiales no tendrán capacidad de aportar biomasa útil para el hombre. Los niveles de contaminación de agua, suelo, atmósfera serán inmanejables,… y para esta situación, el aceleramiento del calentamiento global por el cambio climático intensificará todos los escenario de drama. A partir de 2012 la concentración del CO2 en la atmósfera ya rebasó las 400 ppm [Esa es la luz roja más seria para la Civilización].

Desde el punto de vista antropocéntrico lo que está ahora en el umbral de riesgo severo, no es el Planeta Tierra, sino la Civilización. Entendiéndose como Civilización a la organización humanística, cultural, científica, tecnológica, social, económica, política y espiritual, que el hombre ha diseñado para su acomodo en la Tierra.