Entre todas ellas, - evocativa, emblemática y ciertamente misteriosa, el águila elegante o águila de penacho (Spizaetus ornatus), es una de las aves rapaces más imponentes tanto por su porte, su agilidad y bien valga la redundancia, su elegancia. Su cabeza posee una serie de plumas alargadas que le confieren una cresta o penacho, que junto con la coloración ocre de su rostro y cuello, y sus largas y afiladas garras, le han hecho bien merecedora de su nombre.

El águila elegante es una rapaz que habita las selvas y bosques de México, desde el sur de Tamaulipas hacia el sur pasando por Veracruz y la costa del Golfo, llegando hasta la península de Yucatán y el sureste de México incluyendo Oaxaca y Chiapas. Habita principalmente lugares donde persisten grandes extensiones de bosque o selva no perturbada, desde el nivel del mar hasta los 1,800 m s.n.m.

Esta rapaz se alimenta principalmente de mamíferos pequeños como ardillas y coatíes, así como de aves de la talla del hocofaisán, pava cojolita y del tucán. Generalmente, el águila elegante se mantiene perchada inmóvil y en silencio debajo del dosel del bosque a la espera de su presa. Tan pronto se acerca una presa desprevenida, el águila se lanza en picada hasta atraparla con sus garras de 5cm de largo.

Hace no muchas décadas era posible poder observar al águila elegante en los alrededores de Xalapa, sin embargo, tanto la degradación como la pérdida de los bosques y la cacería, han mermado las poblaciones de esta especie tanto en el estado de Veracruz como en el país, a tal punto que la especie se encuentra catalogada como en peligro de extinción de acuerdo a las normas mexicanas. Actualmente, la Reserva de la Biosfera de  Los Tuxtlas, en el sur del estado, es uno de los pocos lugares en Veracruz donde le especie aún puede observarse, sin embargo, la paulatina deforestación que sufre esa zona han puesto en grave riesgo la viabilidad de sus poblaciones.

Conscientes del peligro que corre esta especie, instituciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) han catalogado a esta especie como especie prioritaria, tanto para incentivar su conservación como para generar investigaciones que permitan conocer mejor la historia natural de la especie, así como la condición de sus poblaciones silvestres. En este sentido, organizaciones como Dimensión Natural y Arroyo Negro A.C. llevan un programa pionero de investigación y monitoreo, -único en su tipo en el país-,  que permitirá conocer todos los hábitos reproductivos de la especie, caracterizar su dieta y hábitat preferencial en las estribaciones de la Sierra Madre del Sur, Chiapas, dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera del Triunfo. 

Sin embargo, la conservación de esta y todas las especies, no depende de la continua acción de un puñado de organizaciones conservacionistas, sino del trabajo conjunto entre instituciones gubernamentales, ONGs, y –principalmente- de la sociedad civil. Si en el futuro los mexicanos queremos poder seguir disfrutando de la belleza y majestuosidad del águila elegante, debemos evitar la pérdida y degradación de los bosques y de su fauna. Simples cambio pueden hacer la diferencia: evitar comprar madera de procedencia ilegal, evitar cazar y comprar en el mercado ilegal a las águilas al igual que a sus presas naturales, respetar los límites de las reservas naturales, entre muchas otras. El camino para la recuperación de la especie necesitará de muchas acciones y cambios en la forma de actuar de los mexicanos, pero cada uno de ellos valdrá por completo la pena para evitar  que la elegancia de esta ave desaparezca de nuestros cielos…