Palabras clave: Mujeres, milpa y PRONACES.

Reconocer a la unidad de producción campesina como un entorno socioambiental más grande que la parcela agrícola, será una de las características más importantes de los estudios que se realizarán en el marco del proyecto “Estudio agroecológico del sistema milpa en Veracruz, Oaxaca y Puebla” coordinado por la Dra. Rosa María González Amaro, del Instituto Nacional de Ecología. Este estudio, donde participaran investigadores, promotores rurales y familias campesinas de 6 instituciones y 15 comunidades en los 3 estados mencionados, permitirá reconocer por un lado la variedad de plantas comestibles y cultivos asociados al maíz que se están sembrando o recolectando por las familias, y por otro las interrelaciones presentes entre la naturaleza, los cultivos y los productores.  

“En nuestra experiencia, particularmente con comunidades indígenas, encontramos que el conocimiento de la naturaleza permite que las familias puedan tener una diversidad de productos para su alimentación que es rica en variedad y que bien manejada puede apoyar a las familias no solo en las temporadas agrícolas, sino casi todo el año en algunos casos” explica la Dra. González Amaro, “…sin embargo, el empobrecimiento que han vivido muchas comunidades como resultado de una política agrícola que abandonó y desdeñó a los campesinos del centro sur del país y fomentó su desarraigo, ha dejado a muchas familias sin los saberes necesarios para trabajar integralmente sus tierras. De ahí la importancia de la recuperación y socialización de saberes que mejoran la producción y alimentación.”

Uno de los componentes que animó al trabajo de colaboración entre las diferentes instituciones, organizaciones y comunidades, fue la posibilidad de trabajar con metodologías participativas de mejoramiento de la producción agrícola/alimentaria, como el desarrollo o fortalecimiento de variedades de maíces criollos en las diferentes comunidades o microrregiones. Esta metodología, que ha perfeccionado en gran medida el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), se compartirá por un lado con los académicos de las instituciones involucradas y por otro, con los promotores de las organizaciones sociales, campesinos y campesinas, con la esperanza de mejorar la producción y conservar los rasgos esenciales de los maíces nativos de México. Esta estrategia se combinará con la experiencia de otras prácticas como los cultivos intercalados con frutales, el desarrollo de bancos de semillas locales, las ferias de semillas, el establecimiento de silos familiares e incluso la posibilidad de establecer “casas de la milpa” como centro de intercambio y formación comunitaria.

Otro aspecto que el equipo de investigación espera destacar son los cambios en las formas en que las mujeres campesinas y los/las jóvenes perciben y narran sus roles actuales en la producción agrícola y alimentaria. Si bien las mujeres siempre han tenido un papel importante en la agricultura, ha sido en las últimas dos décadas cuando han tenido que asumir nuevas responsabilidades al verse obligados los padres y/o los jóvenes a emigrar por periodos cada vez más largos para aportar sustento para las familias. Las mujeres y los/las jóvenes han forjado nuevos acuerdos familiares y comunitarios e incluso asumen cargos tradicionalmente ocupados por varones mayores. Reconocer los cambios desde las miradas de ellas y ellos será importante tanto para las comunidades como para las instituciones y organizaciones que se dedican al trabajo rural. El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CESDER), ubicado en Zautla, Puebla, contribuirá al proyecto y a las otras instituciones con la experiencia en este tipo de trabajo comunitario.

El equipo de investigación e incidencia coordinado por el INECOL, tiene una larga trayectoria en trabajo con familias y comunidades campesinas e indígenas. Su experiencia y la posibilidad de trabajar juntos, entretejiendo sus especialidades en favor de la producción alimentaria campesina augura logros interesantes y efectos locales durables. Entre las instituciones y organizaciones también se los Institutos Tecnológicos de Cd. Serdán y de Veracruz, así como Fondo para la Paz de Veracruz. El proyecto “Estudio agroecológico del sistema milpa en Veracruz, Oaxaca y Puebla” ha logrado la aprobación de primera fase del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) en la convocatoria FORDECYT 2019-05, bajo la política científica de los Programas Nacionales Estratégicos (PRONACES).

 

Pies de foto

1. Mujeres escardando la milpa. Autor: CESDER, Puebla.

2. Mujeres conversando de la milpa. Autor: CESDER, Puebla.

3. Mujeres mostrando productos de la milpa en Feria Campesina. Autor: CESDER, Puebla.

4. Mujeres en gestión del territorio. Autor: CESDER, Puebla.

5. Mujeres aprendiendo el uso del Aparato A, útil en el trazo de curvas a nivel en milpa. Autor: CESDER, Puebla.

6. Trabajo organizado de mujeres en manejo de recursos. Autor: CESDER, Puebla.