Palabras clave: Dioon edule, cícadas, México 

En todo el planeta hay más o menos 350 especies de cícadas, México es el segundo país con mayor diversidad con alrededor del 17% del total mundial, solo detrás de Australia. El registro fósil indica que su origen fue hace 250 millones de años en el Mesozoico o era de los dinosaurios. En este grupo de plantas, a la par de Ginkgo, surge la semilla en el escenario de la vida, siendo esto un importante logro evolutivo. Conservan atributos ancestrales, como la posesión de gametos flagelados que las une a helechos y hepáticas. Son plantas con sexos separados. Han coevolucionado desde su origen con polinizadores y herbívoros de forma estrecha. También, y, ante todo: son plantas hermosas.

Se conoce que las especies contemporáneas de cícadas evolucionaron hace apenas 12 millones de años, resultados que se conocen a partir de estudios filogenéticos, que permiten datar molecularmente el origen y la radiación de las especies. Partiendo de que el ADN (ácido desoxirribonucleico) muta a tasa constante por unidad de tiempo: como un reloj molecular. Las cícadas en la actualidad se distribuyen en zonas tropicales y subtropicales alrededor del mundo. En nuestro país hay tres géneros: DioonZamia y Ceratozamia.

Dioon es un género cuyas especies ocurren a lo largo de la Sierra Madre Occidental, Sierra Madre Oriental y las Sierras del sur de México hasta Honduras en Centroamérica. Dioon edule se distribuye desde el centro del estado de Veracruz, Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí y sur de Tamaulipas. A principios del siglo pasado el naturalista y botánico norteamericano Charles J. Chamberlain viaja a México para estudiar y conocer esta y otras especies en Veracruz y Oaxaca, principalmente. Sus trabajos son de un verdadero naturalista, detallando el ambiente (biótico y abiótico, diríamos hoy), la biología reproductiva, la morfología y la anatomía de Dioon edule, donde destaca un método para conocer la edad de las plantas en el campo, para ello usó las marcas de los peciolos en los troncos. Sus resultados fueron sorprendentes, había plantas adultas en el campo de entre los 400 a los mil años de edad, esto en la localidad de Monte Oscuro a pocos kilómetros de Xalapa, Veracruz. En 1990 se publica un artículo fundamental: la demografía de Dioon edule, parte de la tesis doctoral de Andrés Vovides, el estudio se realizó en la misma región, donde se demuestra que el método de Chamberlain es correcto, aunque tiende a subestimar la edad, al respecto Vovides registró plantas de hasta 2600 años, lo cual es muy sorprendente, plantas que germinaron cuando: se construyó, por el faraón Keops, la gran pirámide de Guiza en el antiguo Egipto; o bien cuando nace el idioma maya en el sureste de México y Guatemala, o más cercano a nosotros el origen de la gran cultura Olmeca con sus monumentales cabezas.

Estar frente a una planta de Dioon edule te hace pensar mil cosas, por ejemplo: ¿cuántas semillas requiere producir la población para que una planta llegue a la edad de 2000 años? La respuesta a esto son 20 mil semillas, donde cada cono femenino produce en promedio 100 semillas. Dioon edule es una especie con plantas muy longevas y que a su vez producen gran cantidad de semillas durante muchos años desde que son adultas, en el idioma de los ecólogos de poblaciones sería una estratega “K” y “r” de forma simultánea. En líneas generales, ser “K” quiere decir que inviertes proporcionalmente más en crecer que en reproducirte, y ser “r” es dejar muchos hijos y crecer poco, en este esquema Dioon edule no encaja ya que producen muchas más semillas de las que pueden sobrevivir y llegar a la edad reproductiva, y de forma simultánea tiene un crecimiento lento y constante. En esta población los machos producen su primer cono entre los 2.8 a 8.8 años, mientras que las hembras lo hacen entre los 10 a los 52 años. 

Es interesante comparar las escalas de tiempo de los humanos y de las plantas, como Dioon edule, los humanos surgen en el escenario evolutivo hace apenas 800 mil años, Dioon edule hace 12 millones de años, ellas pueden vivir hasta los tres mil años o más, y nosotros no rebasamos apenas los 70 años, y nos estamos debatiendo entre la vida y la muerte como especie, quizá la solución para todas las especies no humanas vivas sea que los humanos dejemos de existir. 

 

Pies de figuras

Fig. 1. Planta femenina de Dioon edule, en la base se observa el cono maduro. Crédito: Jorge González-Astorga.

Fig. 2. Cono femenino de Dioon edule, donde se observan las semillas maduras. Crédito: Jorge González-Astorga.

Fig. 3. Cono masculino de Dioon edule. Crédito: Jorge González-Astorga.

Fig. 4. (slider) Planta adulta de Dioon edule creciendo en una roca vertical en Monte Oscuro. Crédito: Jorge González-Astorga.

Fig 5. Planta femenina de Dioon edule. Crédito: Jorge González-Astorga