Palabras Clave: especies invasoras, islas, DNA, linajes genéticos

Las especies invasoras constituyen uno de los riesgos principales para las especies nativas, y son la primera causa de extinción de especies insulares. Muchas de ellas han sido introducidas accidentalmente, causando daños económicos y ambientales. La frecuencia de estas introducciones ha aumentado con el incremento del tráfico de embarcaciones comerciales, el transporte de materiales y de plantas. Es así como especies tan pequeñas o con baja capacidad de dispersión viajan como polizones y una vez en tierra logran invadir sitios remotos como las islas. 

Una vez que se han establecido, las especies introducidas pueden dispersarse llegando a ser tan comunes que en ocasiones pueden confundirse con especies nativas. Determinar el origen y los sitios de entrada de estas especies es muy importante para la conservación de la biodiversidad, especialmente cuando estas especies han pasado desapercibidas por mucho tiempo y el conocimiento sobre su biología y distribución aún es poco.

El uso de herramientas moleculares como la secuenciación de genes del genoma han resultado ser un método bastante eficiente para el estudio de las invasiones biológicas, ya que pueden dar luz en la identificación de las rutas y origen de especies introducidas, así como el monitoreo de las poblaciones con resultados en el corto tiempo.

Por medio de una pequeña muestra de tejido, o sangre se pueden obtener fragmentos de genes de la mitocondria (DNA o RNA), de los que se obtiene su secuencia genética. En el caso de los vertebrados, los genes mitocondriales son los marcadores por excelencia para este tipo de estudios, ya que los genes tienen una variabilidad alta, la cual permite identificar poblaciones y sus orígenes. 

Las secuencias obtenidas de un individuo o población se comparan con los bancos públicos de información, y por similitud de la estructura de la secuencia genética, se puede confirmar la especie, el origen geográfico de un individuo y en ocasiones identificar con certeza a los ancestros fundadores que invadieron inicialmente las islas. 

Es así como en algunas islas y regiones del mundo se ha logrado identificar la ruta de arribo del gecko de las casas o besucona (Hemidactylus frenatus). Es una lagartija nocturna originaria de Asia, común en áreas habitadas y perturbadas de las costas tropicales alrededor del mundo. Esta especie ha sido introducida de manera accidental a través del movimiento de barcos comerciales viajando de forma clandestina. 

De acuerdo con los registros históricos, el gecko de las casas pudo haber arribado al Nuevo Mundo en barcos comerciales como la Nao de China, que surcaban el Océano Pacífico desde la Nueva España (México) a las islas Filipinas. Allí cargaba mercancías de islas cercanas y del continente asiático. Posteriormente, otras naciones disputaron la supremacía naval a España, colonizaron otras islas y con ellas viajó la besucona como polizón.

Las secuencias de los genes 12S del RNA y cyt b mitocondriales obtenidas de los geckos encontrados en las islas Galápagos, representan un único linaje, el cual es originario de Papúa Nueva Guinea (Asia) y que se dispersó en las islas del pacífico y el continente americano. Desde el puerto de Acapulco, colonizó otros países de América Central, y Suramérica que también mantenían una conexión marítima con la Nueva España. 

Tal es el caso de Colombia, Ecuador y el archipiélago de Galápagos. Muy recientemente, la besucona ha sido registrada en las islas del Caribe, particularmente en Curasao. Al igual que el resto en las demás regiones, hasta ahora solo se ha detectado en el continente americano el linaje originario de Nueva Guinea, no obstante, la diversidad de linajes encontrados en el Sureste Asiático, su región de origen. 

Gracias al poder informativo y de detección, las herramientas genéticas son empleadas cada vez más para monitorear la expansión o declive poblacional de las especies invasoras, no sólo de reptiles, sino de especies marinas, plantas y microorganismos como bacterias y hongos en sitios prístinos como las islas, y con ello evitar los impactos a la biodiversidad local. 

 

Referencias

  • Behm, J. E. et al. (2019). First records of the mourning gecko (Lepidodactylus lugubris Duméril and Bibron, 1836), common house gecko (Hemidactylus frenatus in Duméril, 1836), and Tokay gecko (Gekko gecko Linnaeus, 1758) on Curaçao, Dutch Antilles, and remarks on their Caribbean distributions. BioInvasions Records, 8: 34–44.
  • Torres-Carvajal, O. (2015). On the origin of South American populations of the common house gecko (Gekkonidae: Hemidactylus frenatus). NeoBiota, 27: 69-79.

 

Índice de Figuras

Fig 1. Gecko de las casas (Hemidactylus frenatus)

Fig 2. Distribución del gecko de las casas (Hemidactylus frenatus). Los puntos en rojo representan las observaciones en el mundo. La distribución original de la especie se observa el cuadro obscuro. 

Fig 3. Mitocondria y su estructura genómica del arreglo de los genes. A la derecha el alineamiento de las secuencias y variantes nucleotídicas de cada linaje.

Fig4. Árboles filogenéticos de los genes 12s y cyt b en el que se observan las relaciones de los diferentes linajes de la besucona según su población de origen. En verde el linaje invasor del Nuevo Mundo.

Fig 5. Mapa de distribución de los linajes genéticos del gecko de las casas y la posible ruta de invasión al nuevo mundo. Los puntos en verde es el linaje invasor del Nuevo Mundo.