La acuicultura es uno de los campos que se está intensificando cada año, y con el desarrollo de nuevas tecnologías para tener cultivos más intensivos, han significado una estrategia importante en la actividad económica de producción de alimentos, sin embargo, una de los efectos en este tipo de sistemas de monocultivos han permitido el desarrollo de enfermedades parasitarias, incrementando los costos de producción y calidad alimentaria. Tanto en peces silvestres como en los cultivados hay parásitos. Un tipo de parásito que es interesante y muy fácil de estudiar, son los organismos pertenecientes a los Gyrodactylus von Nordman, 1932. Son unos gusanos planos muy pequeños, transparentes y no poseen ojos, miden casi medio milímetro, los cuales se encuentran adheridos a la piel de los peces. Estos parásitos poseen un tipo de reproducción muy particular, la madre contiene dos embriones dentro de su útero y estos a su vez tienen embriones dentro de ellos y así sucesivamente en las diferentes generaciones, esta estrategia de reproducción les ha ganado su nombre de “Matrioskas” o “Russian Doll Killers” (por su nombre en ingles). Las hijas nacen como un organismo adulto listo para infectar y su transmisión es vía contacto de un pez con otro.

Estos parásitos se adhieren a sus hospederos por medio de unos ganchillos, los cuales parecen unas uñitas, que se entierran en la piel y aletas del pez, creando unos orificios pequeños en los cuales se generan infecciones bacterianas y/o por hongos y han sido estudiados a nivel mundial, puesto que causan problemas en los peces cultivados de importancia comercial, entre ellos el salmón y la tilapia.

Estos gusanos actúan como agentes de dispersión de bacterias patógenas como las del género Aeromonas spp., probando ser un factor de epizootiología de enfermedades microbianas. Muchos han sido los esfuerzos para encontrar tratamientos para su control, pero cada vez este parásito se vuelve más resistente a ciertas concentraciones de los tratamientos con agentes químicos que se han utilizado. Una de las formas que se están estudiando para su control, es el uso de microorganismos (bacterias) o agentes de biocontrol frente al uso de agentes químicos y antibióticos en especies en cultivo, para minimizar el impacto que se da tanto en los peces y en el medio ambiente.

Actualmente, se están realizando estudios para buscar microorganismos asociados a los sistemas acuícolas
favorables para el biocontrol de parásitos como los Gyrodactylus. Estudios previos han mostrado la presencia de microcolonias bacterianas detectadas en la superficie del cuerpo de diferentes especies de Gyrodactylus en el pasado, sin embargo, se desconoce el papel biológico de los microorganismos asociados al parásito. El uso de técnicas de microscopía como Microscopía Electrónica de Barrido (SEM, por sus siglas en ingles) y Microscopía Confocal permitirán caracterizar dónde es que estos microorganismos se localizan en los parásitos. La identificación y caracterización de microorganismos como bacterias benéficas en el control biológico de estos parásitos representan una estrategia biotecnológica amigable en los sistemas de producción acuícola.

 

Pies de figuras

Fig 1. Cabeza y cola de una larva de tilapia O. niloticus infectada por Gyrodactylus ciclidarum. Flechas indican a los gusanos en la superficie del cuerpo. Larva 2 cm longitud total (García-Vásquez A. autor fotografía).

Fig 2. Gyrodactylus sp. anclados a la piel de un pez. La flecha indica los ganchos que usa el gusano para adherirse a la piel del pez (magnificación 500x) (Rosas-Saito, G.H. autor fotografía).

Fig 3. Acercamiento del cuerpo de Gyrodactylus sp. mostrando colonias de microorganismos, flechas muestran las algunas de las zonas en el cuerpo en donde se encuentran las colonias. * denota el útero (magnificación 2,5000x) (Rosas-Saito, G.H. autor fotografía).

Fig 4. Acercamiento de la zona del útero de Gyrodactylus sp. mostrando la distribución de los microorganismos. (magnificación: 30,000x) (Rosas-Saito, G.H. autor fotografía).

Fig 5. Estructura interna de Gyrodactylus sp. teñido con naranja de acridina para observar colonias de microorganismos (puntos rojos) en la parte externa e interna del gusano (Ruíz Herrera, L.F. autor de fotografía).

Figura de portada. Parte anterior de Gyrodactylus sp. mostrando colonias de microorganismos distribuidos en la región de la cabeza y el útero (magnificación: 2,500x) (Rosas-Saito, G.H. autor fotografía).