En la costa central de Veracruz hay un lugar excepcional: el Farallón, es una línea de aproximadamente ocho kilómetros de costa abierta, la zona está formada, en su gran mayoría, por playa, dunas móviles y dunas trasversales activas, al sur hay un grupo de promontorios de hasta 100 metros de altura, formados por dunas parabólicas antiguas, que datan de hace aproximadamente 9000 años. En este sitio habitan los restos de una población de Dioon edule, diezmada en el 2012 por la acción devastadora del huracán Ernesto, antes de este catastrófico evento, la población -en un área de 4800 m2- tenía 834 plantas, de las cuales el 16.5% eran adultos y el restante semillas, plántulas y juveniles; la tasa de crecimiento mostraba que la población estaba en equilibrio.

 

El número de semillas por cono (estróbilos femeninos) era alto: entre 127 a 234. La germinación superior al 90%. En tanto que su diversidad genética era excepcionalmente alta, i.e., el 45% de las plantas eran heterocigóticas y polimórficas en un 71.4%. Estos datos eran reflejo de la buena salud demográfica y genética de esta maravillosa población, lo cual se explica por factores bióticos como la acción de sus polinizadores (i.e., pequeños coleópteros), que mueven el polen de forma eficiente por toda la población, diluyendo el efecto de los cruzamientos consanguíneos, aunado al flujo génico proveniente de las poblaciones aledañas, ubicadas en Monte Oscuro y en Rancho del Niño.

Y llegó el momento, en octubre del 2012, las persistentes lluvias provocadas por el huracán Ernesto que azotaron las costas de Veracruz con vientos de más de 250 km/h, reblandecieron las dunas consolidadas del Farallón, lo que ocasionó el derrumbe de docenas de plantas adultas,
dejando un escenario catastrófico. Las plantas que fueron arrancadas de raíz las rescató la PROFEPA y fueron reubicadas en los jardines de las instalaciones de la Central Nuclear Laguna Verde de la Comisión Federal de Electricidad, esto bajo el asesoramiento científico del Dr. Andrew Vovides y del M en C. Carlos Iglesias, trabajadores del INECOL A.C.

Desde el 2015 a la fecha se han realizado visitas, al menos una vez al mes, donde se ha logrado registrar apenas 25 plantas adultas (i.e., el 20% del tamaño original), no hay registros de reclutamientos de semillas, no se han encontrado juveniles, tampoco hay registro de producción de conos en ambos sexos, ni rastros de polinizadores, ni herbívoros. Lo que significa que la red de interacciones se ha roto.

Este es un ejemplo de mortalidad catastrófica denso-independiente, donde las variables demográficas y los parámetros genéticos no determinan la extinción de una población. Así, en pocos días, en un suspiro, aunque estés ecológica y genéticamente sano, de nada sirve, si llega un huracán desapareces. Esto es lo que pasa con los restos de la única población de Dioon edule a la orilla del mar.

 

Literatura de consulta

  • Geissert D, Doubroeueq D. 1995. Influencia de la geomorfología en la evolución de los suelos de dunas costeras en Veracruz, México. Investigaciones Geográficas Boletín 3: 37-51.
  • González-Astorga J, Vovides AP, Iglesias C. 2003a. Morphological and geographical variation of the cycad Dioon edule Lindl. (Zamiaceae): ecological and evolutionary implications. Botanical Journal of the Linnean Society 141: 465-470.
  • González-Astorga J, Vovides AP, Ferrer M, Iglesias C. 2003b. Population genetics of Dioon edule Lindl. (Zamiaceae, Cycadales): biogeographical and evolutionary implications. Biological Journal of the Linnean Society 80: 457-467.
  • Octavio-Aguilar P, González-Astorga J, Vovides AP. 2008. Population dynamics of the Mexican cycad Dioon edule Lindl. (Zamiaceae): life history stages and management impact. Botanical Journal of the Linnean Society 157: 381-391.

 

Pies de figuras

Fig. 1. Dioon edule en el 2000 en el Farallón, Veracruz, México. Crédito: Jorge González Astorga

Fig. 2. Mapa de la trayectoria del huracán Ernesto en 2012. Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Huracán_Ernesto_(2012).

Fig. 3. Restos de la población de Dioon edule ocho años después de ser diezmada por el huracán Ernesto. Octubre del 2020. El Farallón, Veracruz, México. Crédito: Jorge González Astorga

Fig. 4. Efectos del huracán Ernesto en octubre del 2012 sobre la población de Dioon edule en el Farallón, Veracruz, México. Crédito: Carlos Iglesias.

Fig. 5. (slider). Caminando por las dunas móviles del Farallón, Veracruz, México. Octubre 2020. Crédito: Virginia Martínez Zendejas.