Palabras clave: corales pétreos, zooxantelas

Los corales pétreos o escleractinios, forman colonias que están compuestas por miles de pólipos unidos entre si por una lámina lateral de tejido. Los pólipos tienen una base con la cual se adhieren al substrato marino y en su extremo opuesto tienen una abertura rodeada de tentáculos que funciona como boca y ano. La base de los pólipos secreta un esqueleto de carbonato de calcio, el cual los cubre sirviéndoles de protección. Las distintas especies de corales pétreos tienen configuraciones esqueléticas diferentes, algunos son planos o redondeados, mientras que otros son erectos y tienen ramas. La mayor parte de los corales pétreos tienen zooxantelas, que son algas que viven en simbiosis dentro de las células de los pólipos, confiriendo a los corales tonos que van de amarillo pardusco a café obscuro (Fig. 1). Las zooxantelas requieren de luz solar para realizar la fotosíntesis y así obtener energía y nutrientes. Parte de los nutrientes que producen las algas son transferidos a los tejidos de los corales, y contribuyen a la producción de los esqueletos de carbonato de calcio.

Las colonias de corales pétreos constituyen la base de los arrecifes coralinos, que están formados por grandes estructuras calcáreas permanentes capaces de resistir la acción del ambiente marino. Algunos arrecifes coralinos forman barreras rompeolas, un ejemplo de esto es la Gran Barrera Arrecifal Australiana, que se extiende 2000 kilómetros, siendo la formación arrecifal más importante del mundo (Fig. 2). Entre los principales corales formadores de arrecifes se encuentran Acropora, cuya rapidez de crecimiento es un factor esencial para el mantenimiento del banco de corales. Sus colonias muy ramificadas y de colores atractivos son uno de los elementos dominantes del paisaje tropical subacuático. Los arrecifes coralinos se encuentran cerca de la superficie de océanos tropicales, a no más de 50 metros de profundidad, en aguas claras y limpias, lo que asegura que la energía luminosa, que es indispensable para las zooxantelas, penetre el agua y llegue hasta los corales. La temperatura entre 20oC y 30oC, característica de las regiones tropicales, es también esencial para el desarrollo de los arrecifes coralinos debido a la limitada tolerancia a la temperatura que tienen las zooxantelas y a que a temperaturas menores de 18 oC no se puede producir el carbonato de calcio del que están formados los esqueletos de los corales. Los arrecifes coralinos se encuentran entre los ecosistemas más diversos y ricos en especies del planeta, ya que sirven de refugios temporales o de hospederos permanentes a un gran número de animales como almejas, anémonas, peces, estrellas marinas, camarones y caracoles (Fig. 3). Muchas veces los animales asociados a los corales se camuflan con estos, semejando su coloración y patrones superficiales. Otros animales, como los peces se alimentan de substancias mucosas o algas que se encuentran en la superficie de los corales.

Los corales están sujetos a disturbios naturales y a aquellos causados por el hombre. Por ejemplo, pueden sufrir daños e incluso llegan a morir durante huracanes, tormentas tropicales y mareas muy bajas, también están sujetos a depredación y a enfermedades. A veces parte de la colonia muere, pero ésta es capaz de regenerar parte del tejido destruido, e inclusive algunas especies como Acropora palmata pueden llegar a regenerar colonias enteras a partir de fragmentos rotos. Sin embargo, las actividades humanas como las artes de pesca destructivas que usan explosivos o cianuro y el calentamiento global amenazan el futuro de los arrecifes coralinos. La pesca de peces herbívoros que habitan los arrecifes coralinos resulta en cambios de las comunidades dominadas por corales a aquellas dominadas por macro-algas. La elevación de la temperatura de los océanos, como resultado del calentamiento global, provoca el blanqueamiento de los corales, que es considerado como una de las principales amenazas a la salud global de los arrecifes coralinos. El blanqueamiento de los corales se produce cuando la temperatura normal máxima de la superficie del agua se excede por unos cuantos grados por varios días. Debido a que las zooxantelas no toleran temperaturas altas, éstas son expulsadas de los corales los cuales se vuelven blancos (Fig. 4). A veces, las poblaciones de zooxantelas en las colonias de corales se pueden reestablecer después un periodo corto. Sin embargo, si las altas temperaturas persisten por un largo periodo de tiempo los corales eventualmente mueren. La frecuencia de eventos de blanqueamiento masivo de los corales ha incrementado en las últimas décadas, y desafortunadamente actualmente no se sabe si los corales serán capaces de aclimatarse al calentamiento de los océanos tropicales. El destino de los arrecifes de coral depende en gran medida de que la población humana reduzca la pesca desmedida y la emisión de gases de efecto invernadero que calienta los océanos. Si queremos revertir la predicción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) sobre el cese de todos los arrecifes de coral para finales de este siglo, necesitamos reducir drásticamente las actividades que provocan el calentamiento global (IUCN Species Survival Commission (SSC) Coral Specialist Group: iucn.org/invertebrates.

 

Figuras

Fig. 1 Zooxantelas en un pólipo de coral. Foto internet

Fig. 2 Gran Barrera Arrecifal Australiana. Foto internet

Fig. 3 Arrecife coralino mostrando la diversidad de animales que alberga. Foto internet

Fig. 4. Colonia del coral cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) blanqueada. Foto internet