Opera a través de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), que son predios e instalaciones registrados que funcionan con un plan de manejo, tienen el propósito de integrar estrategias ecológicas, sociales y económicas para conservar, reproducir y comercializar vida silvestre a través de la participación en diferentes organizaciones.

Al 30 de junio de 2019, el SUMA tenía registradas 13,497 unidades a nivel federal, con una cobertura de 39.19 millones de hectáreas (con el 19.94% de la superficie del territorio nacional), de las cuales 10,658 unidades son manejadas en vida libre y 2,839 son intensivas (SEMARNAT, 2019). Sin embargo, a veintitrés años de su inicio, existe controversia respecto al desempeño de las unidades como instrumentos de conservación y manejo, tampoco se ha evaluado su contribución a la recuperación de poblaciones silvestres, debido a que se carece de criterios e indicadores que permitan evaluar su eficacia en el manejo de las especies, su impacto en las poblaciones silvestres y los aspectos socioeconómicos relacionados con la conservación y el desarrollo rural.

Actualmente, académicos del Instituto de Ecología, A. C., (INECOL) el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y de la Universidad Veracruzana (UV), estamos desarrollando una metodología de evaluación a escala regional con UMA de tres estados: Veracruz, Tabasco y Chiapas. En un futuro, las autoridades del sector ambiental podrían implementarla de manera sistemática y a escala nacional. Uno de los resultados de este proyecto del CONACYT fue llevar a cabo dos foros de discusión en los que participaron diferentes actores sociales vinculados a las UMA, y en este trabajo presentamos los principales resultados de la percepción de las unidades de vida silvestre.

El primer Foro se realizó en la ciudad de Xalapa, Ver., y el segundo en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chis., en ambos eventos participaron los encargados de UMA (dueños o responsables técnicos), funcionarios públicos federales (SEMARNAT, CONABIO, CONANP, CONAFOR) y estatales (SEDEMA), académicos (INECOL, UNACH, ECOSUR y UV) y público en general interesado en conocer más de la vida silvestre (Figura 1).

En general los asistentes tienen una buena percepción de las UMA y les gustó el intercambio de experiencias en el foro (Figura 2), los asistentes mencionaron que es necesario evaluar esta política ambiental, además el diálogo entre los diferentes actores involucrados en las unidades ayuda al manejo y conservación de la vida silvestre. Así mismo, mencionaron que en particular el proyecto ayudará a conocer cuál es el estado de las UMA del sureste y la difusión de los éxitos para el manejo, conservación y aprovechamiento de la vida silvestre y sus hábitats.

Al final de ambos foros se establecieron doce mesas de trabajo relacionadas con cuatro aspectos de UMA (conservación de la biodiversidad, productividad, rentabilidad económica, gestión institucional y participación social), las conclusiones se integraran en el reporte de trabajo y formaran parte de la evaluación de las UMA como política de conservación nacional (Figura 3).

 

Pies de figuras

Fig 1. Tipo de participantes relacionados con las UMA.

Fig 2. Percepción de los asistentes a los Foros de discusión.

Fig 3. Temas necesarios de considerar en la evaluación de las UMA.

Fig 4. Foto de los asistentes a ambos foros de discusión.