Este proceso no solo ha integrado a la humanidad en términos económicos, sino que también ha promovido una homogeneización a nivel cultural, político, social y tecnológico. Este modelo de desarrollo económico tiene ventajas e inconvenientes. Entre las primeras destaca que ha permitido expandir las posibilidades de comunicación y acceso a la información de forma inmediata, el libre movimiento de mercancías y el intercambio cultural, entre otras. Sin embargo, entre sus efectos negativos destacan la uniformidad cultural o pérdida de identidad nacional y la profunda desigualdad económica entre los países desarrollados y en desarrollo. En general, el incesante crecimiento ecónomico ha propiciado el aumento generalizado del consumo de recursos y el consecuente deterioro de los ecosistemas. Por lo tanto, la globalización no solo ha unificado los problemas financieros y sociales, sino que también ha contribuido a magnificar los problemas ambientales.

Uno de los principales problemas ambientales a nivel global son las especies exóticas invasoras, pero ¿a que nos referimos con este término? De acuerdo con la normativa mexicana, las especies exóticas invasoras son aquellas especies introducidas por el hombre en un ecosistema fuera de su distribución natural y que son capaces de sobrevivir, reproducirse y establecerse en ecosistemas naturales, con el potencial de amenazar la diversidad biológica nativa, la economía y la salud pública. Es importante señalar que no todas las especies exóticas son invasoras. Las especies exóticas son aquellas que se encuentran fuera de su distribución original, dicho en otras palabras, no son nativas y han llegado ya sea por migraciones naturales o por acción del ser humano. Las especies exóticas son parte de nuestra vida cotidiana, algunas de ellas forman parte de nuestra alimentación, como la sandía (proveniente de África), la piña (proveniente de Sur América), la caña de azúcar (proveniente de Asia), entre muchas otras. Entonces ¿qué hace que una especie exótica se convierta en una invasora? Se convierten en invasoras cuando logran reproducirse y establecerse de manera descontrolada, causando impactos negativos al ambiente (terrestre o acuático), la salud y la economía. Esto se debe a que en la naturaleza las especies nativas coexisten con otras especies en equilibrios dinámicos que se han mantenido a lo largo de cientos o incluso miles años. Sin embargo, cuando llega una especie proveniente de otro lugar, pueden encontrarse en una condición de gran ventaja frente a las nativas, debido principalmente a que sus agentes de control no existen en la nueva región, por ejemplo, depredadores, parásitos y/o enfermedades.

¿Cómo se relaciona la globalización con las especies exóticas invasoras? La globalización facilita el movimiento y la introducción de especies a diferentes regiones del mundo, en las que antes no existían. Con el avance de la tecnología y la apertura de nuevas rutas comerciales, el tiempo de las travesías intercontinentales se ha reducido significativamente. Por ejemplo, la famosa embarcación Nao de china que cruzaban el Océano Pacífico en el trayecto entre Acapulco hasta las Filipinas solía durar hasta ¡siete meses! Hoy en día, este trayecto se puede realizar en menos de un día si se viaja por vía aérea. Así, la aceleración del comercio, el transporte y el turismo internacional han incrementado el flujo de especies domésticas y silvestres alrededor del mundo, traspasando las barreras biogeográficas naturales que durante millones de años habían limitado el movimiento de especies. Los motivos para la introducción de especies exóticas son diversos e incluyen la agricultura, pesquería, el acuarismo, comercio de plantas de ornato, comercio de mascotas, entre otras. Algunas introducciones no son intencionales y se dan de manera indirecta a través del transporte (marítimo, terrestre y aéreo).

Además de los impactos biológicos, la introducción de especies invasoras puede causar severos impactos a la salud humana, por ejemplo, muchas especies invasoras son tóxicas y pueden causar alergias o ser vectores de enfermedades. Un caso particular de invasiones son aquellas en las que organismos patógenos son transmitidos a través de un animal vertebrado a los humanos (zoonosis), tal es el caso del virus SARS-CoV-2 que actualmente aqueja al mundo. Este virus es frecuente en las poblaciones de algunas especies de murciélagos que actúan como reservorios animales. Para que los virus puedan ser transmitidos a los humanos necesitan de un hospedero intermediario (generalmente un animal que entra en contacto con el humano). Aunque todavía no se sabe con certeza, las evidencias sugieren que en el caso de SARS-CoV-2 el intermediario fue la civeta (Paradoxurus hermaphroditus). Debido a la alta tasa de contagio de este virus y a la gran conexión internacional y trasiego comercial de las poblaciones humanas, el virus se ha propagado a todo el mundo a una velocidad vertiginosa.

En México, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) ha identificado 724 especies invasoras. Algunos de los ejemplos en el país son el lirio acuático (Eichhornia crassipes), el mosquito tigre (Aedes albopictus), el pez diablo (Hypostomus plecostomus) y la bruja (Bryophyllum pinnatum). Ante las especies exóticas invasoras las medidas más eficaces son la prevención y detección temprana. Evitemos comprar y comercializar especies silvestres, así como liberar especies (ej. algunas mascotas) en ecosistemas naturales ¡más vale prevenir que lamentar!