Una familia de abolengo

Sergio Avendaño Reyes

La gran mayoría de personas ha saboreado una estimulante taza de café, pero pocos saben que la especie de esta deliciosa bebida, pertenece a la familia de las rubiáceas, considerada como la cuarta más grande del mundo y con varios de sus integrantes de gran importancia económica. Este grupo reúne aproximadamente 13 000 especies que se distribuyen por todo el planeta, particularmente en regiones tropicales donde está mejor representada; la mayoría corresponde a hierbas, arbustos, enredaderas y escasamente árboles.

En México está constituida por más de 100 géneros y alrededor de 600 especies. Se distingue por presentar hojas opuestas, con estructuras laminares pequeñas (estípulas) entre pecíolos o entre pecíolo y tallo; flores con cáliz reducido, corola generalmente tubular y con cuatro o cinco pétalos. Sus especies son poseedoras de numerosos alcaloides y otros principios activos con fines terapéuticos. Las rubiáceas aún no han sido bien estudiadas; continuamente se describen nuevas especies para la ciencia y se conoce muy poco de su utilidad.

El café (Coffea arabica) es una de las especies útiles más conocidas; originario de África tropical, probablemente Etiopía. Los árabes fueron los primeros en tostar, moler los granos y preparar la bebida de una forma parecida como hoy se conoce. En México se introdujo por Veracruz a finales del siglo XVIII y fue en la región central de este Estado donde pronto empezó a cultivarse; actualmente es uno de los productos nacionales mayormente exportados.

Dentro de las rubiáceas medicinales destacan las quinas (Cinchona pubescens y C. officinalis), utilizadas en la industria farmacéutica para extraer la quinina (alcaloide) que por su acción antifebrífuga combate la malaria. También poseen otras propiedades terapéuticas como estimulantes del sistema nervioso, activadores de la respiración, antipiréticas, analgésicas y antigripales; además tienen uso en la industria hulera, fotográfica, óptica, como aditivo de aceites para el pelo y en lociones; otras especies importantes son la ipecacuana (Carapichea ipecacuanha) con propiedades medicinales como vomitiva, expectorante y combatir amibas; el noni (Morinda citrifolia), arbusto asiático, utilizado para tratar el reumatismo, parasitismo, fiebre e infecciones de la piel; su uso se ha incrementado como remedio natural para reducir la presión sanguínea, inflamación de articulaciones, infecciones internas y externas y evitar el crecimiento de células precancerosas. La uña de gato (Uncaria tomentosa), planta sudamericana cuya corteza y raíces tienen propiedades contra alergias, asma, artritis, úlceras gástricas; actualmente su uso está difundido en todo el mundo para mejorar la sensibilidad y reactivación del sistema inmunológico, la inhibición de procesos inflamatorios y crecimiento de células malignas. En nuestra región se debe tener cuidado porque comúnmente se vende erróneamente otras especies con ese nombre.

Tradicionalmente en México diversas especies de esta familia se emplean con fines medicinales, por ejemplo la balletilla o trompetilla (Hamelia patens), con propiedades para tratar granos y heridas y otras infecciones de la piel, detener hemorragias, males digestivos y en alteraciones de tipo ginecobstétrico; cordón de San Francisco blanco, hierba amargosa o hierba del cáncer (Borreria laevis), empleada en el tratamiento de males renales, trastornos digestivos y en fomentos contra golpes y heridas; la cainca, suelda o consuelda (Chiococca alba), para curar la disentería, asma, reumatismo, diarrea, heridas y llagas; el trébol de monte (Didymaea alsinoides), contra dolores de cabeza y estómago; la quina roja, copalti o copalchi (Exostema caribaeum) empleada en padecimientos gastrointetinales (gastritis, úlceras) y como parasiticida (amibas, solitaria).

Otro uso de esta familia es el ornamental, en nuestro país se cultivan las gardenias (Gardenia jasminoides) y las ixoras (Ixora coccinea), ambas introducidas, sin embargo, dentro de la flora nativa se encuentran numerosas especies que potencialmente pueden ser utilizadas para tal fin, algunas especies también son comestibles como el guayabillo (Alibertia edulis) y la jagua (Genipa americana). Para conocer más sobre esta familia puede obtener información en el Herbario XAL del Instituto de Ecología, A.C.