Corredores ribereños que conservan la biodiversidad

Vinicio Sosa Fernández y Omar Hernández Dávila

Los corredores ribereños son franjas boscosas que crecen a lo largo de arroyos y ríos y son importantes reservorios de biodiversidad. Además de proteger la estructura de las riberas, constituyen un valioso potencial de regeneración de los bosques de niebla, gracias a la dispersión de semillas que hacen las aves y los murciélagos.

Palabras clave: aves, bosques ribereños, corredores biológicos, murciélagos, paisaje.

La conservación de la biodiversidad, la gran variedad de organismos que pueblan la Tierra, es una necesidad apremiante dada la destrucción o transformación de los ecosistemas naturales por las actividades de desarrollo socioeconómico de la humanidad. La biodiversidad ofrece servicios ecosistémicos, también llamados ambientales, sin los cuales el funcionamiento de los ecosistemas se vería afectado y por tanto nuestra vida en el planeta. Así, una multitud de especies de plantas, animales, hongos y de otros grupos de organismos juegan papeles indispensables en la formación de suelos, en el control de plagas que afectan nuestros cultivos, en la regeneración de los bosques, en la protección contra vientos huracanados, etc. Pero, además, la biodiversidad constituye un potencial de investigación para la obtención de productos farmacéuticos, la domesticación de especies, los bancos de germoplasma, la obtención de fibras y nuevos materiales para la industria o el cuidado de la salud. Y, no menos importante, ofrece belleza al adornar el paisaje para beneplácito de los amantes de la naturaleza.

Una de las formas de conservar la biodiversidad es el establecimiento de áreas protegidas de diversa índole y administración tales como los parques nacionales, las reservas de la biosfera, los santuarios, las áreas naturales privadas, etc., donde se reglamenta el uso de una extensión de terreno para la conservación de la biodiversidad limitando al máximo las actividades humanas. Sin embargo, fuera de estas áreas y sobre todo en los paisajes rurales, todavía vive y evoluciona una gran variedad de seres vivos que deben ser objeto de nuestra atención y conservación. En el estado de Veracruz, como consecuencia del desarrollo agrícola y ganadero, los paisajes se han fragmentado dando lugar a una matriz de potreros y diversos cultivos, salpicada de ciudades y pequeños poblados, parches de bosques primarios y secundarios, así como bosques ribereños. Estos últimos son segmentos o franjas arboladas de menos de 50 m de ancho y variada longitud (desde unas decenas hasta millares de metros) que bordean los ríos y arroyos del paisaje, y son remanentes de los bosques continuos que alguna vez cubrieron, casi en su totalidad el territorio del estado.

Los bosques ribereños o riparios, funcionan como corredores biológicos a través de los cuales se mueven muchos animales (insectos, aves, mamíferos, reptiles, anfibios y otros grupos) y propágulos de plantas que son dispersadas por aves y murciélagos principalmente. Esto facilita el flujo genético y ayuda a mantener la variabilidad genética entre los individuos de especies con distribuciones disyuntas debido a la fragmentación del paisaje. En paisajes dominados por

potreros, los corredores ribereños y las cercas vivas son los únicos pasadizos para muchas especies incapaces de desplazarse a través del inhóspito hábitat que les representan los extensos potreros, debido al elevado riesgo de depredación, la intensa radiación solar y la falta de alimento o refugio, entre otros factores negativos.

En el INECOL hemos investigado el valor de los corredores ribereños como reservorios de biodiversidad poniendo atención, por el momento, en los murciélagos frugívoros y nectarívoros, las aves y la vegetación arbustiva y arbórea. Registramos 10 especies de murciélagos en los corredores ribereños y solo 4 en los potreros; además en los corredores ribereños fueron 9 veces más abundantes. Estos organismos están dispersando al menos 16 especies de plantas, la mayoría de las cuales son características de las primeras etapas de la sucesión secundaria, es decir, que son las que inician la regeneración del bosque cuando este es perturbado o talado. En cuanto a las aves, también encontramos más especies (16) en los bosques ribereños que en los potreros (7) y en mayor abundancia. La mayoría de estas especies son consideradas especialistas de bosques.

En nuestro estudio de la vegetación ribereña detectamos muchas especies de plantas características de los bosques de niebla no perturbados, aunque con gran dominancia de enormes árboles de haya (Platanus mexicana). Además, en comparación con los potreros y zonas de cultivo, la vegetación ribereña ofrece una mayor riqueza de especies de plantas con frutos que resultan atractivos para murciélagos y aves, los cuales dispersan las semillas contribuyendo así al mantenimiento del bosque.

Por lo anterior, los corredores ribereños deben ser objeto de atención tanto de legisladores, ganaderos, agricultores y científicos, a fin de que sean considerados en los ordenamientos territoriales y sean conservados para mantener su función como corredores biológicos, reservorios de biodiversidad, protectores de las riberas y fuente de recursos para ser utilizados como leña, postes, plantas medicinales o alimenticias, en una forma sustentable. Mientras se avanza en ese sentido, ganaderos y agricultores, así como los habitantes cercanos a ríos y arroyos, podemos ayudar al mantenimiento de los corredores ribereños simplemente respetando, es decir no invadiendo ni contaminando, la Zona Federal o Ribera.

 

Pies de foto

Fig 1. Paisaje fragmentado de la región de Xico, Ver.; las flechas rojas señalan dos corredores ribereños a lo largo de dos ríos (Foto: Google Earth).

Fig 2. El zozalito coroninegro (Catharus mexicanus) es una de las aves dispersoras de semillas más importantes en los corredores ribereños de la cuenca alta del Río la Antigua (Foto: Omar Hernández).

Fig 3. Principales murciélagos dispersores de semillas en los corredores ribereños de bosque de niebla (Fotos: Vinicio Sosa)