El silencio de la humanidad y la reaparición de la fauna silvestre

Sonia Gallina

Desde que empezó a tener auge la medicina de la conservación se ha señalado la importancia de las interacciones del hombre, el medio ambiente y la salud. La causa basal de esta pandemia que estamos viviendo es la destrucción de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad. Otro de los factores es el tráfico ilegal de especies, ya que muchas especies de fauna están al borde de la extinción por ser utilizadas por sus supuestas propiedades medicinales y/o afrodisiacas.

A nivel mundial esta pandemia ha causado que la gente se quede en su casa para tratar de evitar más contagios, lo que ha hecho que diversas especies de fauna silvestre se atrevan a entrar a las ciudades y pueblos vacíos, tratando de rescatar su espacio invadido y transformado por el hombre. No debemos dejar pasar esta experiencia y menos aún olvidarla, para que haya un cambio sustancial en la sociedad que logre respetar la naturaleza, esto es un reto que nos tocará enfrentar y tratar desde cada trinchera.

Palabras clave: destrucción de ecosistemas, conservación, pandemia, reflexión, tráfico ilegal

En las últimas décadas ha tenido un auge la disciplina de la medicina de la conservación donde ha sido señalada la importancia que tiene la relación del hombre con los ecosistemas y el ambiente para mantener su salud, dicho de otra forma, mantener sus interacciones, y por lo tanto las funciones de éstos. Entonces, la causa basal de esta pandemia la podemos situar en la destrucción de los ecosistemas, y por ende la pérdida acelerada de la biodiversidad, ya que, al alterar las interacciones se pierden funciones, y principalmente con la fauna silvestre aparecen las enfermedades emergentes. Otro de los factores es el tráfico ilegal de especies que constituye uno de los “negocios” que después de las drogas y tráfico de armas es el que maneja más dinero a nivel internacional. Además, muchas especies de fauna están al borde de la extinción por ser utilizadas por sus supuestas propiedades medicinales y/o afrodisiacas. Esto es lo que debe tratar de evitarse haciendo un máximo esfuerzo internacional de todas las autoridades para detenerlo. No es el autoconsumo de la fauna per se de los pueblos indígenas, sino el comercio ilegal de la fauna.

La pandemia que desde hace algunos meses nos tiene encerrados en casa ha puesto a la luz del día la presencia de la fauna silvestre incluso en las grandes urbes, lo que indica que nuestra presencia y actividades son las que evitan y van en contra de la fauna silvestre, como se ha dicho en miles de ocasiones. Este encierro debe llevarnos a una seria reflexión de cual deberá ser nuestra actitud cuando las cosas se “normalicen”, ya que después de esta experiencia no debemos caer en nuestras acciones anteriores de la misma forma en la que estábamos destruyendo nuestro planeta. Esta pandemia ha hecho que valoremos muchas cosas, que la humanidad se puede poner de acuerdo para enfrentar este problema de salud al adoptar actitudes similares, entre ellas la “pérdida de la libertad”, que nos ha dado conciencia de lo que significa el no poder realizar muchas de nuestras actividades cotidianas. Otra es la gran capacidad de seguir comunicándonos a través de las computadoras y teléfonos celulares, e incluso poder seguir dando clases y atendiendo éstas. Esto ha abierto esa gran oportunidad de ir cambiando costumbres de trabajo, ya que al no utilizar transporte ha beneficiado y mejorado la calidad del aire, ha reducido el costo de traslado a los lugares de trabajo y esto puede cambiar nuestra forma de trabajo futura.

Muchos videos han estado circulando por las redes sociales, donde nos muestran la presencia de animales silvestres en las calles y jardines de las ciudades, de forma inesperada. Ellos también han percibido un cambio serio al evitar el contacto humano, ya que estamos en encierro forzoso, se han atrevido a entrar a las ciudades, lo que demuestra que una manera de mantener a la fauna silvestre, al invadir invariablemente su hábitat y quitarles el derecho a utilizarlo, será cambiar definitivamente nuestras costumbres y actividades si deseamos conservarlos, es una muestra del reclamo que están haciendo de sus espacios invadidos. Debemos poner más esfuerzos para reforestar áreas degradadas, proteger corredores y reincorporar especies de la fauna perdida.

No debemos dejar pasar esta experiencia y menos aún olvidarla, para que haya un cambio sustancial en la sociedad que logre respetar la naturaleza, esto es un reto que nos tocará enfrentar y tratar desde cada trinchera, hacer un esfuerzo que permee y haga conciencia desde los niños y nuestros jóvenes que son el futuro, hasta los tomadores de decisiones. Si esta pandemia nos demostró que se pueden tomar acuerdos colectivos para enfrentarla, asimismo deberemos cambiar nuestras actitudes en relación con la recuperación de ecosistemas y sus funciones, deteniendo la extinción de especies, y a tener el respeto debido a la naturaleza. Hay que empoderar a la sociedad hacia la vida silvestre y sus valores, si queremos un mundo mejor.