Refugios cavernícolas, importantes en la conservación de los murciélagos

Sergio Albino y Antonio Guillen

Las cuevas representan hábitats únicos que son aprovechados principalmente por los murciélagos, en ellas encuentran las condiciones adecuadas para su descanso, protección de depredadores, sociabilizar, cortejar y reproducirse. A su vez su presencia beneficia a una gran cantidad de especies de invertebrados, aves y otros mamíferos. Por tanto, es urgente crear programas de monitoreo a largo plazo y promover políticas que protejan a los ecosistemas subterráneos.

Palabras clave: Áreas naturales, Cuevas, Ecosistemas subterráneos

 

Los murciélagos tienen la capacidad de utilizar distintos refugios naturales como cuevas grietas de rocas, árboles (troncos huecos y follaje), nidos de aves, termiteros, o aprovechar estructuras hechas por el hombre, como alcantarillas, minas, ruinas, casas, edificios y puentes. Las cuevas requieren especial atención en cuanto a la conservación de los murciélagos, debido a la extrema susceptibilidad de los ecosistemas cavernícolas a impactos humanos. En nuestro país se estima que existen más de siete mil cuevas. Por otra parte, de las 138 especies de murciélagos que habitan en México, al menos 60 presentan hábitos cavernícolas. Esta combinación entre diversidad de especies y gran número de refugios cavernícolas ha permitido que los murciélagos sean un grupo abundante y exitoso en los ecosistemas mexicanos.

Los murciélagos cavernícolas encuentran en los refugios subterráneos condiciones adecuadas para descansar, protegerse de depredadores, sociabilizar, cortejar y reproducirse, que a menudo se traducen en su mayor abundancia y dominancia en los ecosistemas circundantes que otras especies que utilizan refugios más expuestos. Las cuevas especialmente favorables pueden albergar colonias de varios miles o hasta millones de individuos que se reúnen en distintas épocas del año para las actividades de maternidad, apareamiento o hibernación. Estas agrupaciones pueden representar una gran proporción de las poblaciones regionales de murciélagos, por lo cual la degradación o destrucción de estos refugios representan amenazas graves para la supervivencia de las especies y el mantenimiento de sus funciones en los ecosistemas regionales.

Los refugios son un elemento clave en la historia de vida de los murciélagos, que suelen presentan un alto grado de dependencia y fidelidad a ellos. Algunas especies presentan comportamiento migratorio, con patrones de movimiento que se repiten anualmente, visitando cíclicamente los mismos refugios. Frecuentemente, las hembras nacidas en una determinada colonia regresan a dar luz en el mismo lugar. Esto es especialmente característico en las especies cavernícolas, que dependen de un número limitado de refugios distribuidos desigualmente en el paisaje. En ellas podemos hablar de una especie de cultura de refugios, en la cual los juveniles aprenden de los individuos mayores la localización de los refugios y las rutas de movimiento que usa la colonia. Debido a la longevidad de los murciélagos, la superposición de generaciones, y la persistencia de los refugios cavernícolas, las colonias pueden usar un mismo conjunto de cuevas durante cientos o miles de años.

Las cavidades subterráneas albergan ecosistemas complejos en los cuales los murciélagos constituyen especies clave. El guano depositado por los murciélagos y los cadáveres de sus muertos son la base de diversas comunidades de invertebrados detritívoros, carroñeros y depredadores. Los murciélagos atraen a otras especies de vertebrados depredadores que buscan alimentarse de ellos, como zorrillos, tlacuaches, cacomixtles, serpientes y búhos. La zona de influencia de los murciélagos cavernícolas se extiende más allá de la propia cueva, beneficiando a los ecosistemas de su alrededor, participando en procesos de dispersión de semillas, polinización o regulación de insectos, debido a que, al congregarse grandes cantidades de individuos en una cueva, estos deben dispersarse decenas de kilómetros cada noche para conseguir sus recursos nutricionales.

Los refugios cavernícolas se ven amenazados por actividades humanas en su interior, tales como actos religiosos, deportes de aventura, extracción de guano, agua, o formaciones minerales, y vandalismo a causa de ignorancia o supersticiones, que perturban a los murciélagos y pueden causar su muerte. Las actividades extractivas de minerales en el exterior pueden destruir o hacer desaparecer las cuevas, y las modificaciones de la vegetación circundante o de las entradas pueden modificar de forma destructiva el microclima interno, haciéndolas inhabitables para los murciélagos.

Es de gran importancia crear conciencia sobre el valor que tienen las cuevas en los ecosistemas naturales y transmitir conocimientos a la población local para evitar su alteración. Es necesario generar políticas públicas que promuevan la conservación de estos refugios naturales. En 2017 la CONANP lanzo la iniciativa, aplaudible pero obviamente limitada, de proclamar 7 cuevas prioritarias para la conservación de murciélagos. Esos refugios se llevan los reflectores por concentrar varios millones de individuos, sin embargo, son cientos los refugios en todo el país donde es urgente tomar medidas de conservación. A pesar de no concentrar millones de murciélagos, muchas cuevas en el país concentran colonias de importancia para la ecología regional, o albergan colonias de maternidad o de especies de especial interés. La iniciativa de la CONANP debe ser enormemente amplificada y replicada a nivel de los estados, incluyendo a Veracruz, donde urge promover como santuarios naturales los refugios cavernícolas importantes para los murciélagos, para preservar su diversidad y los servicios ambientales que proporcionan.